DW.- El presidente francés, Emmanuel Macron, llegó este miércoles a Pekín en una visita en la que quiere disuadir a China de respaldar a Rusia en Ucrania y estrechar vínculos con uno de sus principales socios comerciales.
Macron pretende mostrarse firme sobre la cuestión ucraniana en su reunión con el presidente chino, Xi Jinping, pero a la vez ofrecer “otro camino” al tono de confrontación a menudo escuchado desde Estados Unidos, dijo su oficina a la prensa. La reunión trilateral mañana jueves sobre la Guerra de Ucrania con Xi, en la que también participará la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acapara el interés internacional.
Una agenda más allá de Ucrania
Macron también quiere buscar un mayor equilibrio en la balanza comercial entre China y Europa y salvaguardar los intereses de Francia en la región del Pacífico, donde tiene territorios de ultramar. En la primera actividad de su agenda, pronunciará un discurso desde la embajada de Francia para la comunidad de franceses residentes en China, antes de dirigirse al museo Red Brick para la inauguración de un festival cultural sino-francés.
Para el jueves, aparte del encuentro trilateral, ambos líderes europeos mantendrán reuniones bilaterales con Xi y con el recientemente nombrado primer ministro en la Asamblea Nacional Popular (ANP, equivalente a un Legislativo) del pasado mes de marzo, Li Qiang. Además, Macron también tendrá un encuentro con el presidente de la ANP, Zhao Leji, mientras que Von der Leyen hará lo propio con el presidente de la cámara de comercio UE-China y representantes de empresas europeas en el país.
Coordinación occidental
Antes de partir, Macron habló sobre su viaje con el presidente estadounidense Joe Biden, indicó la Casa Blanca. Los dos líderes esperan que Pekín ayude a “acelerar” una solución a la guerra, dijo una fuente diplomática gala. La conversación mostró “la voluntad común de Francia y Estados Unidos de implicar a los chinos para acelerar el fin de la guerra en Ucrania y construir una paz duradera”, añadió la fuente. Ambos presidentes esperan tamibén “obtener de China una contribución al esfuerzo global en la solidaridad Norte-Sur” y construir “una agenda común” en clima y biodiversidad.
Este viaje es el segundo a Pekín de un dirigente europeo, tras el que cerró el viernes el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, después de que el líder asiático se reuniese en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin, para exponerle sus planteamientos de paz para la Guerra de Ucrania y mostrar la solidez de su relación.