Yamandú Orsi, candidato del Frente Amplio (FA) y figura cercana al expresidente José “Pepe” Mujica, disputará la presidencia de Uruguay contra Álvaro Delgado, postulante de centroderecha apoyado por el oficialismo. Ambos se medirán en un balotaje el próximo 24 de noviembre, de acuerdo con las proyecciones de boca de urna, mientras la Corte Electoral avanza en el conteo oficial.
Según los resultados preliminares, Orsi obtuvo el 44,2% de los votos, un porcentaje insuficiente para evitar una segunda vuelta. Delgado, respaldado por el actual presidente Luis Lacalle Pou, alcanzó un 27,2%, y se perfila como el principal rival del FA. La presidencia quedará en suspenso hasta la votación decisiva de noviembre, en la que ambos bloques buscarán consolidar apoyos adicionales.
Un balotaje ajustado
A pesar de su ventaja inicial, Orsi y el Frente Amplio deberán reforzar su respaldo para asegurar una victoria en el balotaje. Por su parte, el Partido Nacional, al que representa Delgado, intentará ampliar su base sumando el apoyo de aliados de la coalición de gobierno, como el Partido Colorado y Cabildo Abierto. Estas fuerzas, en conjunto, sumarían aproximadamente un 47,2%, lo que pondría al oficialismo en una posición competitiva frente al FA y anticipa una contienda cerrada.
Andrés Ojeda, candidato del Partido Colorado, quedó en tercer lugar con el 15,8% de los votos y quedó fuera del balotaje. No obstante, su partido, que integra la coalición de gobierno, podría desempeñar un papel clave en el respaldo a Delgado. Esta coalición ha sido fundamental en la política uruguaya reciente, en la que la normativa electoral prohíbe alianzas formales en primera vuelta, obligando a los partidos a competir de manera independiente.
Alta participación
La jornada electoral se desarrolló en un ambiente de civismo y alta participación, con un 89% de asistencia del padrón electoral. Las calles de Montevideo y otras localidades se vistieron de banderas y seguidores de distintas agrupaciones políticas, mostrando el entusiasmo ciudadano en esta elección quinquenal, donde no solo se elige al presidente y vicepresidente, sino también a los 30 senadores y 99 diputados del Congreso.
Mientras los resultados oficiales se esperan en las próximas horas, el Frente Amplio convocó a sus seguidores en la Plaza España de Montevideo para celebrar el avance de Orsi. Además, los uruguayos también votaron en dos plebiscitos constitucionales: uno propuesto por el FA, que busca revertir una reforma de jubilación del gobierno de Lacalle Pou, y otro impulsado por el Partido Nacional para permitir allanamientos nocturnos. Ambos plebiscitos requieren más del 50% de aprobación, pero las proyecciones preliminares indican que ninguno alcanzaría ese umbral.
A medida que se acerca el balotaje, el electorado centrará su atención en los temas clave para el nuevo gobierno, como la seguridad, la economía y el futuro de la coalición de gobierno. Con dos líderes de perfiles contrastantes y un electorado polarizado, Uruguay se dirige hacia una segunda vuelta que definirá no solo su liderazgo político, sino también la dirección de sus políticas internas en los próximos cinco años.