El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, confirmó que en la madrugada del lunes se registró una emboscada en la carretera que conecta Oruro y Potosí, en la que resultaron heridos tres policías y dos civiles. Los civiles, parte de una delegación de turistas, se dirigían al salar de Uyuni.
Según informó Del Castillo en una rueda de prensa, el ataque ocurrió poco después de que el senador del Movimiento al Socialismo (MAS) Leonardo Loza denunciara el despliegue de fuerzas policiales para interceptar una marcha de organizaciones afines al expresidente Evo Morales que se dirigían a La Paz. “El personal policial que se trasladaba desde Potosí hacia La Paz fue emboscado por un grupo armado”, señaló el ministro, quien además calificó como “coincidente” que el ataque ocurriera tras las declaraciones de Loza.
El grupo armado disparó en al menos diez ocasiones contra dos autobuses que transportaban a los turistas, dejando a dos de ellos heridos. Del Castillo no especificó la gravedad de las lesiones, pero aseguró que los afectados fueron trasladados a un centro médico para recibir atención.
Por su parte, la movilización de los seguidores de Morales, que había sido denunciada como objeto de una supuesta intervención policial, logró llegar a la sede de Gobierno sin mayores contratiempos. La dirigencia evista afirmó que el Gobierno había desplegado a 400 agentes desde tres departamentos para detener su avance, aunque estas acusaciones no fueron respaldadas con pruebas.
El ataque ha provocado una ola de reacciones políticas. Desde el Ejecutivo, se vinculó el incidente con la marcha promovida por los sectores leales al expresidente Morales. Sin embargo, los organizadores de la movilización rechazaron cualquier relación con los hechos violentos.
Este suceso pone de manifiesto las tensiones políticas y la creciente polarización en el país, en un contexto marcado por continuos enfrentamientos entre el Gobierno y los sectores disidentes del Movimiento al Socialismo.