Agencias.- El pobre Harry Potter vivía en el hueco de la escalera de la casa de sus antipáticos tíos, Vernon y Petunia Dursley. No era un niño feliz. De repente empezaron a llegarle cartas de admisión en la escuela de magia y hechicería Hogwarts. Un correo que su tío escondía y rompía de forma sistemática. El futuro de Harry se vislumbraba muy negro hasta que llegó Hagrid, un enorme gigante que le arrancó de las garras de sus indeseables parientes y le llevó a ese colegio mágico donde viviría mil aventuras.
El polifacético actor escocés Robbie Coltrane, que encarnó a Rubeus Hagrid durante las ocho entregas de las aventuras cinematográficas de Harry Potter, falleció anoche a la edad de 72 años, según ha informado su agente. El actor se convirtió en figura inolvidable del cine desde que hizo esa entrada en el mundo mágico ideado por J. K. Rowling en Harry Potter y la piedra filosofal (Chris Columbus, 2001). Niños (y algunos mayores) de varias generaciones le adoraron por estar siempre pendiente del valiente Harry hasta la última película de la serie, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: parte 2 (David Yates, 2011).
Pero antes de llegar a esa saga megataquillera, Coltrane ya llevaba una extensa carrera a las espaldas en el cine, el teatro y la televisión del Reino Unido. Nacido como Robert McMillan, el actor escocés se cambió el nombre en los años 70 en honor al saxofonista John Coltrane. Mantuvo durante toda la vida ese apodo artístico con el que debutó en clubes de teatro.
Esos teatros sirvieron de forja para muchos de los grandes actores británicos que despuntaron en los años 90. Robbie Coltrane actuó junto a Emma Thompson y después entró a la gran familia que revivió cinematográficamente los clásicos shakespearianos bajo la batuta del gran Kenneth Branagh. Coltrane fue el mejor Falstaff imaginable en Enrique V (1989), un filme en el que trabajó junto a Thompson, Branagh, Derek Jacobi, Judi Dench, Ian Holm… lo más granado de la escena británica.
Pero no fue Shakespeare quien hizo de Coltrane una cara conocida. El actor se hizo famoso en su país como protagonista de la serie Cracker, que se emitió en varias temporadas entre 1993 y 1996, donde era Fitz, el protagonista, un psicólogo que llevaba una vida un tanto pendenciera pero que se ponía serio cuando la policía le pedía ayuda para interrogar a los sospechosos de asesinato.
Compaginó con la serie su participación en la famosa saga de James Bond donde daba vida a Valentin Dmitrovich Zukovsky, antiguo enemigo del agente 007. Con el tiempo Zukovsky, ex agente de la KGB, dueño de un casino y de una fábrica de caviar, se pasó al bando de Bond y llegó a salvarle la vida en El mundo nunca es suficiente (Michael Apted, 1999).
Y aunque Harry Potter mantuvo ocupado al actor entre 2001 y 2011, Coltrane tuvo ocasión de participar en otras películas de éxito como la de ladrones de guante blanco Ocean’s Twelve (Steven Soderbergh, 2004) junto a George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Catherine Zeta-Jones y Andy García. O la vampiresca Van Helsing (Stephen Sommers, 2004) donde compartió cartel con Hugh Jackman.
Coltrane, que estuvo casado con Rhona Gemmell entre 1999 y 2003, tenía dos hijos. El actor, que obtuvo varios premios Bafta, murió anoche tras una larga enfermedad. Los amantes del cine le recordarán como ese gigante que siempre ayudó al pequeño Potter. En la vida real medía 1,85 metros.