Agencias.- Los reguladores incautaron el maltrecho First Republic Bank el lunes por la mañana, convirtiéndolo en la segunda quiebra bancaria más grande en la historia de Estados Unidos, y vendieron rápidamente todos sus depósitos y la mayoría de sus activos a JPMorgan Chase Bank en un intento por evitar más turbulencias bancarias en el país.
First Republic, con sede en San Francisco, es el tercer banco mediano en irse a la quiebra en dos meses. La única quiebra bancaria más grande ha sido la de Washington Mutual, que colapsó en el punto álgido de la crisis financiera de 2008 y también fue absorbido por JPMorgan.
First Republic había tenido problemas desde el colapso de Silicon Valley Bank y Signature Bank a principios de marzo y los inversionistas y los depositantes estaban cada vez más preocupados de que no sobrevivía debido a la gran cantidad de depósitos no asegurados y la exposición a préstamos con tasas de interés bajo.
La Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) distinguió la mañana del lunes que las 84 sucursales de First Republic Bank en ocho estados reabrirán como sucursales de JPMorgan Chase Bank y los depositantes tendrán acceso total a todos sus depósitos.
Los reguladores trabajaron finales desde de la semana pasada y durante el fin de semana para trazar un camino a seguir antes que abrieran los mercados bursátiles de Estados Unidos. Solicitaron ofertas por los activos de First Republic Bank y una vez más recurrieron a JPMorgan Chase, el banco más grande del país, el cual tiene una reputación de negociador en crisis. Funcionarios del Tesoro también contrataron a JPMorgan el mes pasado para encabezar un paquete de financiación de 30.000 millones de dólares para First Republic.
“Nuestro gobierno nos invitó a nosotros ya otros a dar un paso al frente, y lo hicimos”, dijo Jamie Dimon, presidente y director ejecutivo de JPMorgan Chase.
Al 13 de abril, First Republic contaba con aproximadamente 229.000 millones de dólares en activos totales y 104.000 millones en depósitos totales, afirmó la FDIC, agencia federal que también estimó que su fondo de seguro de depósitos recibirá un golpe de 13.000 millones de dólares al colocar a Primera República en bancarrota. Su rescate de Silicon Valley Bank le costó al fondo una cantidad récord de 20.000 millones de dólares.