El líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia, quien se autoproclama ganador de las recientes elecciones presidenciales frente a Nicolás Maduro, denunció este martes el secuestro de su yerno, Rafael Tudares. El incidente ocurre en un clima de alta tensión política, a solo tres días de la juramentación de Maduro para un nuevo mandato, cuyo proceso electoral ha sido ampliamente cuestionado por su legitimidad.
González Urrutia reveló la situación a través de sus redes sociales, detallando que Tudares fue interceptado en Caracas mientras llevaba a sus hijos, de 7 y 6 años, al inicio del año escolar. “Hombres encapuchados, vestidos de negro, lo subieron a una camioneta dorada con placas AA54E2C”, escribió el dirigente opositor, añadiendo que hasta el momento su paradero sigue siendo desconocido.
El presunto secuestro ha agravado la ya delicada situación en Venezuela, un país militarizado donde las disputas por el poder han profundizado la polarización política. Nicolás Maduro, quien afirma haber ganado las elecciones del pasado 28 de julio con el 51% de los votos, no ha presentado las actas que respalden su victoria. Por otro lado, González Urrutia y la dirigente opositora María Corina Machado aseguran contar con el 80% de las actas que los posicionan como ganadores, con el 69% de los votos.
La denuncia de González Urrutia se produce un día después de su reunión con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, un encuentro que refuerza el respaldo internacional a su posición. Sin embargo, la desaparición de Tudares resalta la creciente presión que enfrentan los opositores al régimen de Maduro en un momento clave para el futuro político del país.
Este episodio genera nuevas interrogantes sobre las estrategias del gobierno para afianzar su control y los riesgos que enfrentan quienes se le oponen. La comunidad internacional sigue observando de cerca la situación en Venezuela, donde la incertidumbre y las denuncias de represión se han convertido en el telón de fondo de la crisis política.