Los ecuatorianos acuden este domingo a las urnas para elegir a su nuevo presidente en medio de la peor crisis de seguridad en la historia que vive el país y que se vio profundizada con el asesinato del candidato Fernando Villavicencio, cuyo crimen sacudió el tablero político.
Villavicencio fue asesinado a tiros en Quito, Ecuador, por un sicario colombiano el pasado miércoles 9 de agosto tras un mitin político. Su trágica muerte dejó conmocionado al país, era conocido por su postura enérgica y lucha contra la corrupción.
Este hecho violento ha dejado a todos consternados y ha aumentado aún más las preocupaciones sobre la inseguridad en el país. De hecho, la seguridad ha sido un tema omnipresente en las campañas electorales de los candidatos a la Presidencia y preocupa enormemente a una población que se siente cada vez más intranquila.
Para el ministro ecuatoriano de Defensa, Luis Lara Jaramillo, su país se encuentra en una “guerra contra las mafias”. Grupos delincuenciales como “Los Lobos” y los “Choneros”, con vínculos con carteles del narcotráfico de México, controlan el crimen desde las cárceles del país.
La violencia y la inseguridad se han convertido en temas cruciales en los 35 días de campaña electoral que concluyó el pasado jueves a la medianoche, ya que los ecuatorianos consideran que el país es inseguro y está yendo por el camino equivocado.
La grave crisis de seguridad y violencia ha afectado gravemente la confianza en el Estado y en la democracia. Los ciudadanos temen por su seguridad y exigen respuestas y soluciones por parte de quien resulte elegido como presidente.
El candidato elegido gobernará durante el período de noviembre de 2023 a mayo de 2025. La elección es crucial para el futuro de Ecuador y para la superación de la crisis y la inseguridad que atraviesa el país. Los ecuatorianos esperan que el próximo presidente tome acciones firmes para combatir la violencia y restablecer la paz en sus vidas.
Electores y seguridad
De acuerdo con datos oficiales del Consejo Nacional Electoral, 13,4 millones de ecuatorianos, entre hombres y mujeres, están habilitados para ejercer, de forma obligatoria, su derecho al voto en los diferentes recintos electorales que estarán abiertos desde las 07:00 hasta 17:00 hora local (08:00 y 18:00 hora Bolivia).
Casi 100.000 militares y policías garantizarán el desarrollo de las elecciones durante esta jornada; sin embargo, los dispositivos de control comenzaron desde las 21:00 del miércoles 16 de agosto como parte del plan de seguridad aprobado por el órgano electoral con el fin de velar la vida de los votantes y salvaguardar el derecho de todos a sufragar.
Desde el comando general de la Policía Nacional de Ecuador se ha recomendado a la población no llevar a los recintos electorales ninguna clase de mochilas o paquetes porque en esos casos, los agentes tienen la obligación de hacer un registro exhaustivo, lo que implicará que la votación de esa persona tome más de lo normal. Además, las autoridades pidieron a los votantes que traten de demorarse lo menos posible al interior de los recintos, para evitar que haya aglomeraciones.
Tablero electoral
El asesinato de Fernando Villavicencio alteró el espectro electoral. Luisa González, delfín del expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017), marcha favorita en las encuestas, pero sin el porcentaje suficiente en la intención de voto para evitar el balotaje.
Para proclamarse vencedor en primera vuelta, se debe obtener el 40% de los sufragios válidos con una ventaja de 10 puntos sobre el segundo.
Detrás de González se ubican el periodista Christian Zurita, amigo y reemplazo de Villavicencio; el exfrancotirador y exparacaidista Jan Topic, el líder indígena Yaku Pérez y el exvicepresidente Otto Sonnenholzner.
También se elegirán los 137 miembros de la Asamblea Nacional para completar el actual período de cuatro años, hasta mayo de 2025.
La foto del fallecido Villavicencio aparecerá en las papeletas de votación junto a los otros siete candidatos, pues ya estaban impresas cuando fue asesinado a tiros por un sicario colombiano.
Dos grande retos
La inseguridad y la crisis económica son los principales retos del próximo gobernante de Ecuador, que tendrá 17 meses para dirigir un país políticamente complejo, y a la expectativa de los efectos del fenómeno climatológico de El Niño y de una eventual merma de ingresos, en caso de que venza el “Sí” en un plebiscito para dejar en tierra el petróleo de un importante yacimiento en la Amazonía.
El candidato que gane las elecciones este domingo, o en una eventual segunda vuelta el 15 de octubre, deberá conformar un gobierno sólido que responda con firmeza a los desafíos y a las necesidad de un pueblo que clama por seguridad, estabilidad y crecimiento económico.
Pero también está el desafío de luchar contra la corrupción que empañó la gestión del actual presidente Guillermo Lasso, quien, al verse acorralado por un juicio político, apeló a la “muerte cruzada” para disolver la Asamblea Nacional y forzó a la convocatoria extraordinaria de elecciones.