Donald Trump juró este lunes como el 47º presidente de Estados Unidos, marcando su regreso al poder tras haber superado juicios políticos, múltiples acusaciones penales y atentados fallidos contra su vida.
La ceremonia de investidura se llevó a cabo en la rotonda del Capitolio, un escenario cargado de simbolismo que reemplazó a la tradicional escalinata exterior. La decisión evocó el precedente de 1985, cuando Ronald Reagan asumió su segundo mandato en un acto celebrado bajo techo debido a condiciones climáticas extremas.
En su discurso inaugural, Trump presentó las prioridades de su administración, centradas en “recuperar la grandeza de la nación”. Anunció medidas específicas en áreas clave como la economía, la seguridad nacional y la innovación tecnológica, destacando su intención de revitalizar el papel de Estados Unidos en el escenario global.
El acto contó con la presencia de líderes internacionales como el presidente de Argentina, Javier Milei, y personalidades influyentes como Elon Musk, considerado ahora un aliado cercano de Trump. Por primera vez en la historia, la ceremonia fue retransmitida simultáneamente en el Capital One Arena de Washington, donde más de 20.000 personas siguieron el evento en directo.
Tras la juramentación, Trump prometió unirse a los ciudadanos en una celebración pública, para la cual se distribuyeron más de 220.000 entradas.
El presidente saliente, Joe Biden, acompañado por su esposa, participará en un acto de despedida en la base aérea de Andrews antes de dirigirse a California. Mientras tanto, Trump y su vicepresidente, J.D. Vance, asistirán al tradicional almuerzo con legisladores, un evento que simboliza la cooperación entre las ramas del gobierno en el inicio de un nuevo mandato.
El retorno de Trump a la Casa Blanca inaugura un capítulo crucial en la política estadounidense, con implicaciones significativas tanto a nivel nacional como internacional. Su liderazgo, que genera tanto apoyo como controversia, promete redefinir la agenda del país en los próximos cuatro años.