El gabinete de ministros aprobó este miércoles un Decreto Supremo que extiende hasta el 31 de agosto de 2025 el diferimiento del gravamen arancelario al 0% para la importación de trigo y harina de trigo. La medida, anunciada por el presidente Luis Arce, busca garantizar el abastecimiento y estabilidad en la provisión de estos productos básicos en el mercado nacional.
“Hoy en gabinete aprobamos un Decreto Supremo que amplía hasta el 31 de agosto de 2025 el plazo del diferimiento a cero (0%) del gravamen arancelario para la importación de trigo y harina de trigo”, comunicó el mandatario a través de sus redes sociales.
El presidente destacó que esta disposición refuerza los esfuerzos por garantizar la seguridad alimentaria en Bolivia, un principio consagrado en la Constitución Política del Estado, que promueve el acceso universal a una alimentación sana, adecuada y suficiente.
Incremento de importaciones
En conferencia de prensa, el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, informó que desde la implementación inicial de esta medida, mediante un Decreto Supremo emitido el 14 de agosto de 2024, el sector privado logró importar más de 18.000 toneladas de trigo y harina. En ese momento, el diferimiento arancelario estaba programado para concluir el 31 de diciembre de 2024.
“Con esta extensión, el sector privado contará con mejores condiciones para abastecer de manera sostenida el mercado nacional y garantizar la producción del pan de batalla”, afirmó Huanca.
Según el informe oficial, las importaciones provinieron de países como Canadá, Estados Unidos y miembros de bloques regionales como la Comunidad Andina (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur). Hasta la fecha, se registró el ingreso de 5.000 toneladas de trigo desde Canadá, mientras que 10.000 toneladas adicionales están en tránsito hacia el país.
Estabilidad de precios y seguridad alimentaria
El Gobierno subrayó que esta decisión es fundamental para mantener la estabilidad en el suministro de materias primas destinadas a la producción de alimentos esenciales, como el pan. Además, la medida busca brindar certidumbre al mercado frente a eventuales fluctuaciones en la producción local y la demanda nacional.
“Con el diferimiento arancelario prolongado, se espera que el sector privado continúe importando insumos en condiciones favorables, fortaleciendo la seguridad alimentaria y contribuyendo a la estabilidad de precios en beneficio de la población boliviana”, concluyó Huanca.