Un juez cautelar ordenó este viernes la detención preventiva de los dirigentes “evistas” Humberto Claros y Ramiro Cucho, acusados de terrorismo durante el bloqueo de carreteras impulsado por el expresidente Evo Morales. Claros fue enviado a la cárcel de San Pedro, en La Paz, mientras que Cucho cumplirá la medida en el penal de Patacamaya. La detención será por cinco meses, periodo en el que se llevará a cabo la investigación.
La imputación presentada por la Fiscalía señala que ambos dirigentes incurrieron en terrorismo mediante declaraciones públicas realizadas durante los 23 días de bloqueos que afectaron el país. Adicionalmente, el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, afirmó que en el domicilio de Cucho se encontraron armas y municiones, lo que agrava su situación judicial.
En el mismo caso están implicados el exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y el dirigente campesino Ponciano Santos, quienes cuentan con órdenes de aprehensión y actualmente se encuentran prófugos.
Reacciones y contexto político
Los dirigentes detenidos, a través de sus abogados y sus seguidores, calificaron las acciones legales como una “persecución política” con el objetivo de desarticular las bases sociales que respaldan al expresidente Morales. Según los juristas defensores, la medida cautelar es desproporcionada y carece de fundamentos sólidos.
Por su parte, el Gobierno justificó las detenciones argumentando que no se negociará la impunidad. Destacó que el bloqueo “evista” generó pérdidas económicas estimadas en más de 2.000 millones de dólares para el país, además de episodios de violencia que incluyeron agresiones a policías y periodistas.