En un operativo reciente, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) localizó y destruyó cinco megalaboratorios de producción de cocaína en el Chapare, Cochabamba. Estos laboratorios, completamente equipados, tenían la capacidad de producir hasta una tonelada diaria de clorhidrato de cocaína, representando una amenaza significativa en la región. Uno de los laboratorios llevaba operando cerca de 14 años, según revelaron las investigaciones.
El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, calificó el operativo como un éxito dentro del marco del plan “Tormenta del Trópico II”, ejecutado en Villa Tunari, provincia Chapare. “Con esta exitosa tarea de interdicción, afectamos al patrimonio del narcotráfico en más de 1.550.000 dólares”, señaló Mamani, destacando el impacto económico de los operativos en las estructuras del crimen organizado.
Los laboratorios fueron destruidos e incinerados siguiendo estrictos protocolos policiales, bajo la supervisión del Ministerio Público y con la presencia de medios de comunicación, asegurando la transparencia del proceso. Estos centros de producción contaban con personal que oscilaba entre 15 y 50 personas por instalación, y estaban equipados con tecnología avanzada para la cristalización de la cocaína.
La ubicación de los megalaboratorios fue posible gracias a labores de inteligencia e investigación, que culminaron en operativos de rastrillaje y patrullaje desde el 21 de septiembre. Según las autoridades, el laboratorio más antiguo habría estado operando de manera clandestina durante casi 14 años, lo que resalta la magnitud del narcotráfico en la región.
Estos operativos son parte de los esfuerzos del gobierno boliviano por combatir el narcotráfico en una de las zonas más conflictivas del país. La intervención en el Chapare no solo pone de manifiesto la presencia de grandes redes delictivas en Bolivia, sino también el desafío continuo para las autoridades en su lucha por erradicar la producción y el tráfico de drogas, dijo el viceministro.