El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, reveló este jueves detalles sobre el intento de golpe de Estado que sacudió al país, quien afirmó que un grupo militar encabezado por el ahora destituido Juan José Zúñiga había planificado meticulosamente la insubordinación desde hace al menos tres semanas atrás.
El asalto, que ocurrió el miércoles por la tarde, vio a Zúñiga y sus seguidores tomar la histórica plaza Murillo en La Paz, epicentro del poder político boliviano. Con vehículos blindados y un grupo de militares encapuchados, Zúñiga intentó ingresar al Palacio de Gobierno, desafiando directamente al presidente Luis Arce, quien salió para confrontarlo.
En declaraciones a Unitel, el ministro Del Castillo subrayó la gravedad de los hechos: “Varios militares se organizaron, confabularon para tratar de transgredir el orden constitucional y hubo un golpe de Estado fallido”. Agregó que informes técnicos y periciales proporcionaron la evidencia necesaria para determinar que la conspiración había sido planificada con antelación, con la intención de derrocar al gobierno legítimamente elegido.
El presidente Arce, en un momento de tensión máxima, ordenó a Zúñiga retirarse, una orden que este último desoyó, exacerbando la crisis y llevando a su inmediata destitución. Posteriormente, el mandatario boliviano nombró un nuevo liderazgo militar para restablecer el orden.
Juan José Zúñiga, tras ser aprehendido, trató de justificar sus acciones alegando haber mantenido una reunión previa con el presidente Arce, una afirmación que fue rotundamente desmentida por el gobierno. Del Castillo afirmó que Zúñiga carecía de credibilidad y reiteró que ningún militar tiene la facultad de intervenir en asuntos políticos bajo la Constitución boliviana.
El episodio ha dejado a Bolivia en una situación de incertidumbre política y social, mientras el gobierno continúa reforzando medidas de seguridad para evitar cualquier intento futuro de desestabilización.