El exjefe antidroga Maximiliano Dávila fue extraditado este jueves a Estados Unidos, donde enfrentará acusaciones por delitos de narcotráfico y portación ilegal de armas. El traslado se realizó en un operativo coordinado desde el penal de San Pedro en La Paz hasta el Aeropuerto Internacional de El Alto, desde donde partió rumbo al país norteamericano a las 07:00.
Dávila, quien dirigió la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) entre 2018 y 2019, viajó escoltado por efectivos de Interpol y bajo la supervisión del comandante general de la Policía, Augusto Juan Russo Sandoval. Según fuentes oficiales, el exjefe policial realizó una escala en Lima, Perú, y se espera que llegue a Estados Unidos al mediodía de este jueves.
El director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, anunció que brindará detalles sobre el operativo ejecutado en horas de la madrugada. La extradición se concretó tras la aprobación del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) a fines de noviembre, siguiendo una solicitud de la justicia estadounidense.
Antecedentes del caso
Maximiliano Dávila dejó su cargo en la Felcn en noviembre de 2019, poco después de la renuncia de Evo Morales. En enero de 2022, fue aprehendido en Villazón, Potosí, mientras intentaba cruzar la frontera hacia Argentina. La captura respondió a una orden de la Fiscalía emitida ese mismo mes.
Dávila es requerido por Estados Unidos por su presunta participación en actividades relacionadas con el narcotráfico y el uso de armas en este contexto. Su extradición marca un hecho significativo en la cooperación entre Bolivia y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.
El caso genera expectativas tanto a nivel nacional como internacional. Mientras el gobierno boliviano enfatiza la transparencia en este proceso, sectores críticos han señalado posibles implicaciones políticas. La extradición de Dávila podría aportar información clave sobre redes de narcotráfico y el involucramiento de altos funcionarios en estas actividades.