La bebé de 11 meses de nacida que fue gasificada por la Policía el miércoles por la noche, fue dada de alta del hospital municipal Los Pocitos donde fue internada de emergencia debido a que una granada de gas lacrimógeno impactó en el carrito donde se encontraba reposando la menor.
La niña estuvo internada por 10 horas en el área de pediatría bajo observación, ya que el agente químico que inhaló la menor le provocó dificultad para respirar, según el informe médico del director del nosocomio, Carmelo Salvatierra.
“Se le hizo los estudios complementarios y laboratorios, fue reevaluada y luego dada de alta”, indicó el galeno en un contacto con los medios de comunicación en las afueras del hospital municipal Los Pocitos.
Estéfani Méndez, mamá de la bebé, feliz porque su hija estaba fuera de peligro, agradeció a Dios por protegerla. “Gracias a Dios salió todo bien, estoy agradecida con Dios porque todo el tiempo estuvo con ella, no la dejó en ningún momento”, repetía la mujer.
Por su parte, el padre de la bebé, Jarod Zeballos, anunció acciones legales en contra del policía que atacó directamente a la bebé. “Me dolía ver a mi hija internada, la Policía no tiene perdón por lo que le hizo a ella”, declaró.
“Vamos a poner todo en manos de la justicia, ellos no fueron cuidadosos con nosotros, tampoco vamos a hacerlo nosotros con ellos, porque han atentado contra la vida de un menor y no les importó”, sostuvo.
Señaló que, pese de haber recibido amenazas para que no presenten una denuncia penal en contra de los policías, iniciarán las acciones legales que corresponde y que las advertencias no lo frenarán.