Agencias.- La cumbre de jefes de Estado de América del Sur cerró este martes en Brasilia con un llamado unánime de unión regional, a pesar de las diferencias políticas, tras años de distanciamiento por la escisión reciente de bloques como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
El primero en tomar la palabra fue el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, principal impulsor de la cita, para resaltar que “la integración de América del Sur depende del sentimiento de permanecer a la misma comunidad”.
“Una Sudamérica fuerte, segura y políticamente organizada amplía las posibilidades de afirmar, a nivel internacional, una verdadera identidad latinoamericana y caribeña”, remarcó.
Lula presentó 10 propuestas para el futuro de la zona, como profundizar la identidad sudamericana en el ámbito monetario; reducir la dependencia de monedas extrarregionales; ampliar los mecanismos de cooperación de última generación; y priorizar proyectos de alto impacto para la integración física y digital.
“Mientras estemos desunidos, no lograremos hacer de América del Sur un continente desarrollado en todo su potencial”, enfatizó el líder del Partido de los Trabajadores.
Lula, quien retornó el poder en enero, indicó que la integración debe ser un objetivo permanente. “Necesitamos dejar raíces fuertes para las próximas generaciones”, señaló.
Desde 2014, cuando se efectuó la última cumbre de la Unasur en Ecuador, no se realizaba un encuentro de jefes de Estado de América del Sur.
El mandatario de Argentina, Alberto Fernández, manifestó que la unidad regional debe ser una política de Estado en cada uno de los países de América del Sur.
“Aprendamos de nuestros errores, no nos sirvió de nada estar tan divididos y el mundo nos encontró dividido en su peor momento, y mostrando su peor cara, la pandemia. Que no nos vuelva a encontrar desunidos”, subrayó.
En su turno el dignatario de Bolivia, Luis Arce, abogó por un mecanismo de concertación y diálogo que permita “proyectar a la región como fuerza colectiva y coordinada en un mundo multipolar”.
“Este mecanismo debería aprender de experiencias pasadas y a través de la complementariedad de nuestros pueblos abarcar temáticas en el ámbito social, económico, ambiental y cultural”, expresó.
Conclusiones
En un comunicado oficial, titulado Consenso de Brasilia, se informó que los líderes de los países suramericanos “reafirmaron la visión común de que América del Sur constituye una región de paz y cooperación”.
“Se comprometieron a trabajar por el incremento del comercio y de las inversiones entre los países de la región; la mejora de la infraestructura y logística”, puntualizó la Cancillería brasileña en su web.
Los mandatarios reconocieron la importancia de mantener el diálogo regular y en esa línea acordaron volver a reunirse, en fecha y lugar a ser determinados, “para repasar el curso de las iniciativas de cooperación sudamericana y determinar los próximos pasos a tomarse”.