La crecida del río Grande en Santa Cruz ha desbordado los campos de cultivo en Montero Hoyos, dejando a cinco comunidades en emergencia. El agua rompió un dique construido el año pasado por la Gobernación, inundando sembradíos de yuca, sábila y otros productos agrícolas, además de anegar terrenos preparados para la siembra de verduras.
A pesar de los esfuerzos de los comunarios por contener el avance del agua con bolsas de tierra, la magnitud de la inundación superó sus recursos. Actualmente, enfrentan la amenaza de perder más cultivos e incluso sus viviendas, mientras el nivel del agua continúa en ascenso. La mayor preocupación se centra en una brecha de 50 metros en el dique, por donde el caudal sigue fluyendo de manera incontrolable.
El Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del río Piraí (Searpi) advirtió sobre los riesgos de nuevas crecidas debido a las lluvias persistentes en la región. Según Juan Manuel Antony, director de Obras del Searpi, el río Grande alcanzó los 4,41 metros en la estación Abapó, un nivel considerado crítico. Además, otros ríos de la zona también presentan aumentos alarmantes.
El impacto en la agricultura es severo. Además de los cultivos de verduras, las plantaciones de cítricos y cebolla están en grave peligro, lo que incrementa la preocupación de las comunidades afectadas. Los habitantes han solicitado ayuda urgente a las autoridades municipales y departamentales para mitigar las consecuencias de esta emergencia.
Con pronósticos de lluvias intensas para los próximos días, el panorama se torna incierto y desafiante. Los residentes, ya golpeados por la pérdida de sus cultivos, ahora centran sus esfuerzos en proteger sus hogares ante el inminente riesgo de inundaciones mayores.