El valor de los criptoactivos en manos de los bolivianos sumó $us 3.000 millones entre 2023 y 2024, según datos divulgados este lunes por el Banco Central de Bolivia (BCB) y respaldados por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). Este aumento subraya un notable crecimiento en el interés por las inversiones digitales en el país.
El presidente del BCB, Edwin Rojas, informó que 252.801 bolivianos poseen activos virtuales, lo que equivale al 6% de la población con ingresos formales. Además, Bolivia escaló al puesto 12 en Latinoamérica en términos de valor acumulado de criptoactivos, subiendo dos posiciones respecto al reporte anterior.
El mercado boliviano de criptoactivos mostró un notable dinamismo en el último año. Entre julio de 2023 y julio de 2024, el valor de las transacciones creció un 142%, pasando de $us 7,6 millones a $us 18,4 millones. Asimismo, el número de operaciones se duplicó, incrementándose de 155.333 a 432.880.
Impulso regulatorio
La adopción de criptoactivos recibió un fuerte impulso tras la implementación de nuevas regulaciones. El 25 de junio de 2024, el BCB habilitó canales e instrumentos electrónicos de pago para la compra y venta de activos virtuales, medida que facilitó tanto las inversiones internas como el comercio internacional.
El sistema financiero también comenzó a ofrecer servicios como custodia, compra y venta de criptoactivos, fortaleciendo la confianza de los usuarios en estas operaciones. Según Rojas, el alza en el precio de activos internacionales como el Bitcoin y el oro ha incentivado la demanda de criptoactivos en el país. Sin embargo, advirtió sobre los riesgos asociados a la volatilidad del mercado.
Actor emergente
El auge de los criptoactivos en Bolivia no solo refleja una mayor inclusión financiera, sino también un cambio en la percepción de estas herramientas como opciones viables para la diversificación económica. No obstante, autoridades y expertos insisten en la importancia de la prudencia, especialmente en un mercado caracterizado por su alta incertidumbre.
Con una adopción creciente y una regulación en constante evolución, Bolivia se posiciona como un actor emergente en el ecosistema de activos digitales en América Latina. El reto ahora es garantizar un desarrollo sostenible, en el que la educación financiera y la supervisión regulatoria sean fundamentales para aprovechar las oportunidades sin descuidar los riesgos.