Más de 12.632 vehículos fueron convertidos a gas natural vehicular (GNV) en Bolivia hasta octubre de este año, informó el presidente Luis Arce. Este avance, que requirió una inversión de 84 millones de bolivianos, se enmarca en la política nacional de promoción de combustibles más limpios y ahorro para las familias.
El mandatario destacó que la conversión a GNV no solo reduce las emisiones contaminantes, sino que también disminuye la dependencia del Estado de combustibles líquidos importados, lo que contribuye a optimizar los recursos públicos.
Este año, el programa de conversión gratuita a GNV proyecta beneficiar a más de 18.000 vehículos, con una inversión superior a los 221 millones de bolivianos. Las acciones son ejecutadas por la Entidad Ejecutora de Conversión a Gas Natural Vehicular (EEC-GNV), dependiente del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, como parte del esfuerzo por expandir el uso del gas natural en el parque automotor nacional.
El programa incluye la entrega de kits de conversión, cilindros y la cobertura total de los costos de instalación. Según el Gobierno, estas medidas buscan aliviar la economía de los hogares bolivianos, mientras se avanza hacia un modelo de transporte más sostenible y eficiente.
Contexto e impacto
La adopción del GNV permite un ahorro significativo para los usuarios, dado su menor costo en comparación con los combustibles líquidos. Además, el uso de gas natural contribuye a la reducción de emisiones de dióxido de carbono, en línea con los compromisos ambientales del país.
Con estas acciones, el Gobierno refuerza su estrategia de transición energética, combinando beneficios económicos y ambientales para la población.