Estados Unidos se ha mantenido como un socio comercial clave para Bolivia en la última década, aunque la balanza comercial entre ambos países ha mostrado variaciones importantes. En 2023, EE.UU. se consolidó como el principal importador mundial, con un volumen de importaciones que superó los 3,17 billones de dólares, lo cual representa casi el 14% de las importaciones globales de mercancías. En contraste, la relación comercial entre Bolivia y EE.UU. ha mostrado un descenso en las exportaciones bolivianas desde su pico en 2014, lo que ha resultado en un déficit comercial que persiste desde 2017.
Exportaciones de Bolivia a Estados Unidos
Bolivia alcanzó su mayor nivel de exportaciones a EE.UU. en 2014, con más de 2.000 millones de dólares, impulsado en gran parte por la venta de minerales y productos agrícolas. Sin embargo, a partir de ese año, las exportaciones comenzaron a disminuir, lo cual impactó en la balanza comercial y convirtió el superávit en un déficit.
Hasta agosto de 2024, Bolivia ha exportado 208 productos a Estados Unidos, entre los que destacan el estaño, las nueces de Brasil y la quinua. Estos productos representan los sectores en los que Bolivia tiene mayores ventajas competitivas en el mercado estadounidense, especialmente en el ámbito de los productos orgánicos y minerales. En cuanto al valor de las exportaciones más relevantes, los combustibles minerales y aceites minerales encabezaron la lista, con un valor aproximado de 323 millones de bolivianos, seguidos por reactores nucleares (233 millones) y máquinas y aparatos eléctricos (200 millones).
Importaciones desde Estados Unidos
La relación comercial también se caracteriza por una gran cantidad de productos estadounidenses que ingresan al mercado boliviano. Hasta agosto de 2024, Bolivia ha importado 2.296 productos desde EE.UU., entre los que destacan máquinas, aparatos y material eléctrico, con un valor de 463 millones de bolivianos; reactores nucleares, con 459 millones; y vehículos automóviles y tractores.
Implicaciones del déficit comercial
El déficit comercial con EE.UU., persistente desde 2017, plantea desafíos para la economía boliviana, especialmente en un contexto de dependencia de importaciones en sectores clave como el energético y el industrial. La caída en las exportaciones desde 2014 subraya la necesidad de diversificar y fortalecer la competitividad de los productos bolivianos en el mercado estadounidense para reducir esta brecha.
Además, el comercio con EE.UU. tiene implicaciones en términos de empleo y desarrollo económico para Bolivia, ya que muchos sectores, especialmente el agrícola y el minero, dependen en gran medida de las exportaciones hacia este país. La tendencia al déficit sugiere una oportunidad para que Bolivia explore otras áreas de exportación y refuerce su posición en el mercado estadounidense.
Perspectivas futuras
Para Bolivia, diversificar su oferta exportable y mejorar el valor agregado de sus productos podría ser clave para revertir la balanza comercial negativa. Al mismo tiempo, la relación con Estados Unidos presenta un potencial significativo en sectores como los productos orgánicos, que están en alta demanda en el mercado estadounidense.
En conclusión, la relación comercial entre Bolivia y Estados Unidos es fundamental para ambos países, pero el déficit comercial representa un desafío para Bolivia. En el corto plazo, Bolivia enfrenta la tarea de fortalecer su competitividad y explorar nuevas oportunidades de exportación que le permitan aprovechar la posición de EE.UU. como el mayor importador mundial.