DW.- La Fuerza Aérea de Colombia informó este domingo que había detectado la presencia de un objeto con “características similares a las de un globo” en su espacio aéreo el pasado viernes, pero que no presentó amenaza a la seguridad o defensa nacional ni a la seguridad aérea. Pese a ello, el paso del artefacto fue monitoreado hasta que abandonó el espacio aéreo colombiano.
“El Sistema de Defensa Aérea Nacional detectó un objeto sobre los 55.000 pies de altura, que ingresó al espacio aéreo colombiano en el sector norte del país, movilizándose a una velocidad promedio de 25 nudos, identificándose en él características similares a las de un globo”, dijo la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), en un comunicado.
El texto afirma que se está coordinando de forma “pertinente con diferentes países e instituciones para establecer el origen del objeto”. La información por parte de los militares colombianos se conoce luego de que Estados Unidos anunciara que un “globo de vigilancia chino” había sido avistado sobrevolando Latinoamérica y la prensa costarricense informara del avistamiento de un globo sobre sus cielos.
“Reacción desproporcionada”
Este hecho se produce en paralelo a que Estados Unidos detectase un “globo espía” en su espacio aéreo y acabara derribándolo el sábado después de estar varios días sobrevolando el país norteamericano. China, a quien se atribuye el globo, defendió que la aeronave era de “carácter civil” y que “su entrada en EEUU por causas de fuerza mayor fue completamente accidental”.
El descubrimiento de este “globo espía” en el espacio aéreo estadounidense desencadenó una crisis diplomática entre Washington y Pekín y motivó la suspensión del viaje que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, tenía previsto hacer al país asiático este fin de semana.
Por medio de un comunicado, Pekín aseguró haber pedido a Washington que “que manejara la situación de manera calma, profesional y moderada”, pero Estados Unidos “insistió en el uso de la fuerza” hacia una “aeronave civil no tripulada”, lo que el gigante asiático calificó como una reacción “claramente desproporcionada”. “China salvaguardará los derechos e intereses legítimos de las empresas afectadas y se reserva el derecho de dar más respuestas de ser necesario”, añadió el texto.