El vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, afirmó que la industrialización de la hoja de coca podría generar mayores ingresos económicos que la explotación de gas natural, si se logra su desclasificación como estupefaciente en la lista de la ONU.
“Liberarla del narcotráfico es el objetivo. Escucho a científicos del mundo que dicen que la hoja de coca podría darnos más que el gas en algún momento”, expresó Choquehuanca durante una reunión con dirigentes de la Asociación Departamental de Productores de Coca (ADEPCOCA) en La Paz.
El vicepresidente destacó que empresas internacionales han mostrado interés en la hoja de coca y subrayó los avances en su reclasificación, un proceso que busca reconocer sus beneficios en áreas como la alimentación, la medicina y la farmacia, además de sus usos tradicionales.
“La ciencia nos está dando la razón. Naciones Unidas ya discute sobre las cualidades alimenticias y medicinales de la coca, pero actualmente está enclaustrada”, lamentó.
Avances en la despenalización
En 2011, Bolivia se retiró de la Convención de Viena y luego solicitó su readmisión, logrando en 2013 la despenalización del acullico (masticado de coca). Esto permitió al país cultivar y consumir la hoja para fines tradicionales, medicinales y naturales, bajo supervisión gubernamental.
Choquehuanca destacó que este avance fue posible gracias a fundamentos históricos y jurídicos sólidos. “Desde 1961, ningún gobierno había reivindicado los usos y beneficios de la coca como nosotros”, señaló.
Respaldo y desafíos
En el evento participaron también el viceministro de Coca y Desarrollo Integral, Mateo Mamani, y el director de DIGCOIN, Edwin Cornejo, quienes escucharon las demandas de los productores.
La industrialización de la coca podría abrir nuevas oportunidades económicas para Bolivia, aunque enfrenta el reto de romper estigmas internacionales y garantizar un desarrollo sostenible y controlado del mercado.