La Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb) alertó que la suspensión de exportaciones de carne de res, impuesta por el Gobierno desde este jueves, generará pérdidas diarias de 500.000 dólares y podría alcanzar los 200 millones de dólares anuales. La medida fue anunciada con el argumento de garantizar el abastecimiento interno y estabilizar los precios en el mercado local.
El Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural justificó la decisión señalando que no se autorizarán exportaciones hasta que se regularice el suministro y se reduzca el costo de la carne en el país. Sin embargo, los exportadores y ganaderos advierten que la restricción afectará gravemente al sector productivo y a la economía del país.
La Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz) calificó la medida como un golpe al sector y decidió cancelar la reunión programada con el Gobierno para discutir el tema. Además, denunció que el “contrabando a la inversa” facilita la salida ilegal de carne a países vecinos, lo que agrava el problema de abastecimiento.
Por su parte, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, minimizó las preocupaciones del sector privado y aseguró que la restricción no tendrá un impacto significativo. Argumentó que la época de mayor demanda internacional de carne ya concluyó y que el objetivo principal es proteger el consumo interno y evitar la especulación.
Los exportadores advierten que la incertidumbre en el sector podría afectar futuras inversiones y compromisos comerciales. Mientras tanto, la expectativa se centra en la posibilidad de que el Gobierno revierta la decisión si se estabiliza el precio en el mercado local.