La Ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, Celinda Sosa Lunda, y la Oficina del Coordinador Residente de la ONU en Bolivia suscribieron un convenio estratégico denominado “Iniciativa para la Consolidación de la Cultura de la Paz”. Este acuerdo refleja el sólido compromiso del gobierno boliviano por fortalecer la estabilidad interna y contribuir a la paz global.
El proyecto tiene como objetivo primordial mejorar los mecanismos de gestión de conflictos en instituciones clave como el Órgano Electoral Plurinacional y la Defensoría del Pueblo, capacitándolos para manejar crisis de manera efectiva. Además, buscará ampliar los espacios de diálogo entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil, fundamentales para prevenir y mitigar conflictos.
Según la Canciller Sosa Lunda, este proyecto, que se remonta a su inicio en 2019 y fue crucial durante el convulso año 2020, ha desempeñado un papel fundamental en la restauración de la estabilidad política e institucional después de los desafíos democráticos de 2019. Destacó asimismo el papel crucial de la ONU en este proceso, fortaleciendo los mecanismos preventivos de violencia y consolidando los lazos alcanzados a través de este programa.
Por su parte, Nidya Tesántez, Coordinadora Residente de Naciones Unidas y Representante de ONU Mujeres en Bolivia, resaltó la importancia de este proyecto en el marco de la “Diplomacia de los Pueblos por la Vida”, destacando su potencial para acercar a la población boliviana y elevar el perfil internacional del país en materia de pacificación.
La “Iniciativa para la Consolidación de la Cultura de la Paz” se basa en tres pilares esenciales: la mejora de los mecanismos para la promoción de derechos y gestión de conflictos, la promoción de espacios inclusivos de la sociedad civil para combatir discursos de odio, y el fortalecimiento de la confianza entre las instituciones estatales y la sociedad mediante el diálogo continuo.
El principal objetivo de este proyecto es contribuir a los esfuerzos nacionales para prevenir cualquier resurgimiento de violencia asociada con los procesos electorales, especialmente considerando el calendario electoral que incluye primarias en 2024 y elecciones judiciales, generales y locales en 2025 y 2026.
La ceremonia de firma, celebrada en la Cancillería, marca un avance significativo hacia la consolidación de una cultura de paz en Bolivia. Este convenio no solo fortalecerá los mecanismos internos de gestión de conflictos, sino que también promoverá la participación activa de diversos sectores de la sociedad en la construcción de un país más justo y pacífico.
Este acuerdo representa un paso firme hacia adelante en el compromiso boliviano por promover la paz no solo a nivel nacional, sino también como contribución al bienestar global, reflejando un esfuerzo conjunto por parte del gobierno y la comunidad internacional para garantizar un futuro más pacífico y seguro para todos los bolivianos.