La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) ha solicitado la liberación irrestricta de la importación de combustibles en Bolivia para aliviar la crisis de abastecimiento que enfrenta el país. La petición fue realizada por el presidente de la Cainco, Jean Pierre Antelo, quien expresó su preocupación ante la persistente escasez de combustible y la falta de medidas gubernamentales efectivas para solucionar el problema.
La crisis de abastecimiento, agravada por los recientes 24 días de bloqueos, ha tenido un fuerte impacto en sectores productivos y de transporte, que dependen del combustible para sus operaciones. En este contexto, el Gobierno ha convocado a sectores del aparato productivo a mesas técnicas este jueves por la tarde, con el objetivo de buscar soluciones inmediatas.
Sin embargo, Cainco no recibió invitación para participar en el encuentro, lo cual fue confirmado por Antelo, quien destacó la urgencia de tomar acciones decisivas y concretas en beneficio del sector productivo y la población en general.
Antelo subrayó que el país necesita “resultados, no un diagnóstico” y que la situación demanda una solución inmediata para asegurar el abastecimiento de combustible y evitar que las filas en las estaciones de servicio sigan aumentando. “Hoy el país necesita resultados para dar combustible a la población que trabaja, transita y produce”, afirmó.
El representante de Cainco criticó la falta de capacidad del Estado para garantizar el suministro de combustible, especialmente durante el periodo de bloqueo, y reiteró la necesidad de liberar las importaciones como una medida urgente.
Enfatizó que la situación actual no solo afecta al sector productivo, sino que también pone en riesgo la seguridad alimentaria del país, debido a la imposibilidad de transportar y producir alimentos en condiciones normales.
Esta situación plantea un desafío complejo para el Gobierno, que debe balancear sus políticas económicas con la necesidad de atender la demanda de la población y del sector privado. La propuesta de Cainco sugiere que, con una mayor libertad para la importación de combustibles, se podría aliviar la presión sobre el sistema y reducir las dificultades que enfrenta el sector productivo en su intento por reactivar la economía boliviana.