Las remesas enviadas a Bolivia durante el primer semestre de 2024 registraron una caída del 8,8%, en comparación con el mismo período del año anterior, según datos del Banco Central de Bolivia (BCB). Esta reducción, equivalente a 62,3 millones de dólares, refleja un escenario económico complicado, en un contexto donde las divisas juegan un rol clave para la estabilidad financiera del país.
De acuerdo con el BCB, en los primeros seis meses del año 2023, Bolivia recibió 705,6 millones de dólares en remesas. Sin embargo, durante el mismo período de 2024, el monto cayó a 643,3 millones de dólares. Este descenso se debió principalmente a la disminución de los envíos desde Chile, Estados Unidos y Brasil, países que tradicionalmente representan una fuente importante de remesas para el país.
Caída en remesas desde Chile y Brasil
El mayor descenso se observó en las remesas provenientes de Chile, país desde donde se recibieron 168 millones de dólares en 2023. En 2024, esa cifra se redujo drásticamente a 114,7 millones de dólares, lo que representa una disminución significativa. En cuanto a Brasil, las remesas cayeron de 44,2 millones de dólares en 2023 a 36,3 millones de dólares en 2024.
Por otro lado, el flujo de remesas desde Argentina y España mostró un comportamiento positivo. En el caso de Argentina, los envíos aumentaron de 30,83 millones de dólares en 2023 a 36,37 millones de dólares en 2024, mientras que desde España, las remesas crecieron de 212,4 millones a 224,9 millones de dólares en el mismo período.
Contexto global de las remesas
A nivel global, el Banco Mundial reportó que los flujos de remesas hacia países de ingresos bajos y medios crecieron a una tasa modesta del 0,7% en 2023, alcanzando los 656.000 millones de dólares. Este crecimiento es notablemente menor en comparación con el período 2021-2022, cuando los flujos crecieron con fuerza debido a la reactivación económica postpandemia.
A pesar de la desaceleración, las remesas continúan siendo una fuente crucial de financiamiento para países en desarrollo, superando incluso la inversión extranjera directa y la asistencia oficial para el desarrollo. En América Latina y el Caribe, los flujos de remesas también experimentaron una desaceleración, situándose en un crecimiento del 7,7% en 2023, impulsados principalmente por el sólido mercado laboral de Estados Unidos.
Perspectivas para 2024
Para 2024, el Banco Mundial proyecta un crecimiento del 2,3% en las remesas hacia países de ingresos bajos y medios. No obstante, advierte sobre posibles riesgos, como la volatilidad de los precios del petróleo y los tipos de cambio, que podrían impactar negativamente en estos flujos.
Además, se prevé que los avances tecnológicos continúen facilitando el envío de remesas digitales, cuyo costo promedio es significativamente menor que el de los métodos tradicionales. El costo global promedio de enviar 200 dólares fue del 6,4% en 2023, muy por encima del 3% establecido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.