En un operativo que resalta la creciente preocupación por la corrupción dentro de las fuerzas del orden, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) ha detenido a tres personas, incluidos dos policías, en relación con un violento atraco a un domicilio en Villa Adela, El Alto. El incidente resultó en la trágica muerte de una persona.
El director nacional de la Felcc, Jhonny Chávez, reveló que el primer detenido es Rubén Quispe, identificado como el conductor del vehículo que transportó a los atracadores. En su declaración, Quispe confesó haber sido contratado por una banda criminal compuesta por seis individuos. “Se ha procedido a la aprehensión de tres personas de nacionalidad boliviana. Rubén Miguel Quispe Aruquipa tiene antecedentes por lesiones desde 2014, además de robo agravado”, detalló Chávez.
Los policías implicados fueron identificados como Carlos Chipana Apaza, sargento segundo, y José Luis Paniagua García, también sargento. La intervención en el domicilio de Chipana reveló un arsenal preocupante: tres armas de fuego calibre 9 milímetros, 122 proyectiles, 85 teléfonos móviles, billetes falsificados de 100 dólares, placas de circulación, y drogas en forma de ladrillos de cocaína y marihuana. Además, se encontraron 1.080 piezas de moneda falsa, equivalentes a 108.200 dólares, y 200 bolivianos en billetes falsificados de 50.
Por su parte, en los domicilios de Paniagua se hallaron 10 proyectiles, un arma de fuego, 3.000 dólares, manillas plásticas, tres granadas de gas y una motocicleta sin documentación.
Tras el atraco, el vehículo utilizado por los delincuentes fue modificado, cambiando el color de los aros y removiendo partes de las luces, lo que sugiere un intento de evadir la identificación.
El asalto conmocionó a los vecinos de Villa Adela, quienes describieron haber escuchado estruendos similares a petardos, que en realidad eran disparos durante el robo. Este caso ha desatado una intensa investigación por parte de las autoridades, subrayando la necesidad de abordar la infiltración de elementos corruptos dentro de las fuerzas de seguridad y el impacto devastador del crimen organizado en las comunidades locales.