AP.- Los bomberos y expertos del ejército calculaban el viernes los riesgos de acceder a un bloque de viviendas destruido tras un incendio en Valencia, una ciudad del este de España, en el que cuatro personas murieron y otras 14 estaban desaparecidas.
El peligro de derrumbe del edificio de 14 plantas y el intenso calor que seguía desprendiendo la estructura impedían que los equipos de emergencias entrasen a buscar a posibles sobrevivientes, explicó la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.
Los bomberos seguían refrescando con mangueras partes del arrasado inmueble unas 15 horas después de que comenzase el fuego.
Seis personas heridas, incluyendo cuatro bomberos, continuaban ingresadas en hospitales de la ciudad, agregó Catalá.