Un trágico accidente de tránsito se registró la madrugada del viernes en la carretera que conecta Tarija con Tupiza, cuando un bus de la empresa Villa del Norte cayó a un barranco de unos 50 metros de profundidad en la localidad de Tojo. El siniestro dejó un saldo de dos fallecidos —una mujer de 45 años y un bebé de 2 años— y al menos 30 personas heridas, según informaron las autoridades locales.
De acuerdo con el informe preliminar de la Policía, el accidente ocurrió cuando dos buses que circulaban en sentidos opuestos intentaron cruzarse en un tramo angosto de la vía. El conductor del vehículo accidentado habría realizado una maniobra incorrecta, perdiendo el control y precipitándose al vacío.
Pasajeros y conductores de otros vehículos que transitaban por la zona auxiliaron a los heridos en un primer momento. Posteriormente, los lesionados fueron trasladados al Hospital San Juan de Dios, en Tarija, donde recibieron atención médica.
Irregularidades en el transporte
El accidente dejó al descubierto irregularidades en el manejo de pasajeros por parte de la empresa Villa del Norte. Aunque la lista oficial de pasajeros registraba solo 10 personas, testigos afirmaron que el bus viajaba lleno al momento del siniestro. Según señalaron, esta práctica es común en algunas empresas de transporte interdepartamental, que suelen recoger pasajeros no registrados durante el trayecto.
El Sistema de Radio y Televisión Pilcomayo informó que varios heridos no figuraban en los registros oficiales, lo que ha dificultado la identificación de las víctimas y evidencia falencias en el control de estas operaciones.
Seguridad en el transporte: un debate pendiente
Este nuevo accidente reaviva la preocupación sobre las condiciones de seguridad en el transporte terrestre en Bolivia, especialmente en rutas que atraviesan terrenos montañosos y de difícil acceso como los de Tarija. Asimismo, pone en la mira las deficiencias en la regulación de las empresas de transporte, el cumplimiento de normas de tránsito y la responsabilidad de los conductores.
Por el momento, la Policía continúa investigando las causas exactas del siniestro para establecer responsabilidades. Las autoridades esperan que este caso impulse un reforzamiento de los controles y regulaciones en el transporte público, con el fin de evitar que prácticas irregulares sigan poniendo en riesgo la vida de los pasajeros.