Bolivia está viviendo una notable transformación en su dinámica demográfica. Según el informe oficial del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de crecimiento poblacional del país ha descendido a 2,1 hijos por pareja, marcando un cambio significativo en comparación con las décadas anteriores.
En una presentación realizada este jueves, Humberto Arandia Claure, director del INE, destacó que este descenso es el resultado de una tendencia prolongada que ha llevado a una drástica reducción en el número promedio de hijos por mujer. Hace 50 años, la cifra era de 7,5 hijos por pareja, pero en la actualidad, la tasa de fecundidad se ha reducido a menos de una tercera parte de esa cifra.
Arandia explicó que la tasa actual de 2,1 hijos por pareja se aproxima al llamado “nivel de reemplazo poblacional”, el cual es el número necesario para mantener la estabilidad de la población a lo largo del tiempo sin crecimiento. De continuar esta tendencia, Bolivia podría enfrentar un estancamiento en su crecimiento poblacional, ya que el número de nacimientos sería suficiente solo para reemplazar a la población existente sin incrementarla.
El informe también resalta la evolución histórica de la fecundidad en el país:
– En los años 60 y 70, cada mujer boliviana tenía en promedio 7,5 hijos.
– En los años 70 y 80, la cifra disminuyó a 5 hijos.
– En los años 80 y 90, la tasa se ajustó a 3,5 hijos.
– Para el año 2006, según la encuesta de Demografía y Salud, la tasa se situaba en 2,9 hijos.
– Finalmente, en el Censo Nacional de Vivienda 2024, la tasa se ha establecido en 2,1 hijos.
Este cambio refleja un patrón global de disminución de la fecundidad, influenciado por múltiples factores como el acceso a la educación, la planificación familiar y los cambios en las expectativas socioeconómicas. La reducción en la tasa de natalidad plantea desafíos y oportunidades para las políticas públicas en Bolivia, especialmente en áreas relacionadas con el desarrollo económico y el bienestar social.
El INE continuará monitorizando estos cambios para proporcionar datos precisos que ayuden en la planificación y ejecución de políticas que respondan a las nuevas realidades demográficas del país.