Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), presentado este martes, reveló que los cultivos de coca en Bolivia crecieron un 4% en 2023, alcanzando un total de 31.000 hectáreas a nivel nacional. El incremento se concentra principalmente en los Yungas de La Paz, el norte de La Paz y el trópico de Cochabamba, así como en la provincia cruceña de Ichilo.
Mónica Mendoza, representante de la Unodc en Bolivia, detalló que el trópico de Cochabamba registró un aumento del 6% en la superficie cultivada, alcanzando las 12.125 hectáreas. En Ichilo, el crecimiento fue del 121%, el más significativo del país. En tanto, los Yungas de La Paz experimentaron un alza del 2% y el norte de La Paz, del 20%.
El informe también alertó sobre el incremento del 34% en los cultivos de coca dentro de áreas protegidas, con 148 hectáreas adicionales en comparación con 2022, lo que genera preocupación por su impacto ambiental y la vulneración de normativas de conservación.
Ante este panorama, la Unodc recomendó fortalecer las estrategias para controlar la expansión de cultivos excedentarios de coca y garantizar el cumplimiento del límite legal de 22.000 hectáreas establecido en la Ley General de la Coca. Asimismo, sugirió identificar zonas con cambios en el uso del suelo para implementar alternativas sostenibles que favorezcan a productores, familias indígenas y comunidades locales.
Como parte de las medidas propuestas, la Unodc instó a impulsar el desarrollo integral en las regiones cocaleras mediante la diversificación de cultivos forestales y agroforestales. Esto contribuiría a la seguridad alimentaria y al fortalecimiento de las economías familiares y locales, reduciendo la dependencia del cultivo de coca.
El informe enfatiza la necesidad de una acción coordinada entre el gobierno, organismos internacionales y comunidades para abordar esta problemática, que tiene implicaciones sociales, económicas y ambientales para el país.