Entre 2013 y 2023, Bolivia importó arroz por un valor total de 146 millones de dólares, lo que representó la compra de aproximadamente 286.000 toneladas del grano. El año 2014 marcó un pico histórico, con importaciones por 43 millones de dólares y un volumen de 79.595 toneladas. Durante ese período, Argentina y Brasil se consolidaron como los principales proveedores, aportando el 71% y el 28% de las importaciones, respectivamente.
Después del máximo alcanzado en 2014, las importaciones de arroz en Bolivia comenzaron a disminuir de manera significativa. En 2015, el valor de las compras cayó bruscamente a 18 millones de dólares, lo que marcó el inicio de una tendencia descendente que se prolongó en los años siguientes. Para 2023, el volumen importado fue de apenas 2.653 toneladas, por un valor de 1 millón de dólares, una caída considerable en comparación con los niveles históricos.
Los datos preliminares de 2024, hasta agosto, muestran la importación de 803 toneladas de arroz, por un valor cercano a 1 millón de dólares. Esto representa una disminución del 53% en valor y del 67% en volumen respecto al mismo periodo de 2023. La baja en las importaciones refleja cambios tanto en el mercado interno como en las condiciones de producción local.
Argentina y Brasil han sido los principales proveedores de arroz para Bolivia, con Argentina representando el 71% de las importaciones en 2023. La ruta Orán-Bernejo fue el principal punto de ingreso, con un 42% del total de importaciones, seguida por Corumbá-Puerto Suárez con el 26%.
El marcado descenso en las importaciones sugiere una mejora en la producción local o cambios en la demanda interna. Sin embargo, la alta dependencia de Bolivia del arroz argentino plantea preocupaciones sobre la seguridad alimentaria, especialmente ante las dificultades que enfrentan estos países proveedores, agravadas por la sequía.
Asia y Centroamérica
Frente a la reducción de la oferta en el Mercosur, el Gobierno boliviano ha decidido diversificar sus proveedores de arroz, explorando mercados en Asia y Centroamérica. El viceministro de Comercio y Logística Interna, Grover Lacoa, destacó que estos mercados ofrecen precios más competitivos y anunció que se descarta la importación desde Argentina y Brasil debido a los graves efectos de la sequía que afecta la producción en ambos países.
Para enfrentar el impacto de la sequía y combatir la especulación en el mercado interno, el Gobierno aprobó un decreto que reduce temporalmente a 0% el arancel de importación de arroz por un periodo de tres meses. Esta medida permitirá la adquisición de 60.000 toneladas adicionales, destinadas a asegurar el consumo interno.
La sequía ha golpeado aproximadamente el 40% de la producción de arroz en Bolivia este año. Sin embargo, se espera que las condiciones mejoren para la cosecha de 2025, gracias a las medidas de apoyo del Gobierno, que incluyen la provisión de semillas, fertilizantes y otros insumos para los productores locales.
Esta diversificación de proveedores y el respaldo a la producción nacional buscan asegurar la estabilidad en el suministro de arroz en los próximos años, minimizando el riesgo de desabastecimiento en el país.