Bolivia generará ingresos superiores a $us 10 millones mensuales por el uso de su red de gasoductos para transportar gas natural desde Argentina hacia Brasil, según informó este miércoles el ministro de Economía, Marcelo Montenegro.
El monto dependerá de la cantidad de gas movilizado, con proyecciones de un incremento gradual en el flujo. “Bolivia recibirá más de $us 10 millones al mes, dependiendo de las nominaciones que realice Argentina para exportar a Brasil”, explicó Montenegro en conferencia de prensa.
Acuerdo internacional y uso del sistema boliviano
El martes, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) anunció la firma de un contrato operativo internacional con Total Energies (Argentina) y Grupo Matrix Energía (Brasil) durante el Foro Internacional de Hidrocarburos en Santa Cruz. Este convenio inaugura el uso del Sistema Integrado de Transporte (SIT) de Bolivia, una red de aproximadamente 1.000 kilómetros de gasoductos que conecta los centros de producción en Argentina con los principales mercados de consumo en Brasil.
El director de contratos de YPFB, Julio César Soliz, detalló que el precio base por transportar gas natural en territorio boliviano es de $us 2 por millón de BTU. Este valor varía según la modalidad de contratación: diaria, mensual, trimestral o anual.
Un cambio en la dinámica regional
El acuerdo surge en un contexto de transformación en el mercado regional de hidrocarburos. Argentina, tras alcanzar autosuficiencia en gas gracias al desarrollo del yacimiento Vaca Muerta, dejó de importar gas boliviano este año. Frente a una disminución en la producción interna de Bolivia, el uso de los ductos nacionales por parte de Argentina se posiciona como una alternativa estratégica para facilitar la integración energética en Sudamérica.
“Este esfuerzo conjunto representa un paso crucial para iniciar el suministro de gas natural desde las cuencas argentinas hacia Brasil, promoviendo la integración energética regional”, afirmó YPFB en un comunicado.
Impacto económico y geopolítico
Además de generar ingresos significativos para Bolivia, el uso de su infraestructura gasífera fortalece su posición como un actor estratégico en el comercio energético sudamericano. Este modelo de cooperación regional podría sentar las bases para nuevas iniciativas de integración en el sector de hidrocarburos.
Con este contrato, Bolivia no solo monetiza su red de gasoductos, sino que también reafirma su papel en la transición energética regional, consolidándose como un puente clave entre los productores y consumidores de gas natural en Sudamérica.