El Banco Central de Bolivia (BCB) informó que las Reservas Internacionales Netas (RIN) del país alcanzaron un saldo de $us1.976 millones al 31 de diciembre de 2024, registrando un aumento de $us267 millones respecto al cierre de 2023. Este desempeño positivo se dio en un contexto complejo tanto interno como externo, destacando tres cuatrimestres consecutivos de crecimiento.
A pesar de factores adversos como las elevadas tasas de interés internacionales, el alto costo del petróleo y los bloqueos de caminos en el ámbito nacional, las RIN mantuvieron una tendencia favorable. La crisis climática generada por el fenómeno de “El Niño” también afectó la producción y exportaciones, impactando en los ingresos por divisas. Además, la falta de aprobación de créditos externos, estimados en $us1.228 millones, limitó recursos para proyectos de inversión pública.
Cumplimiento de obligaciones internacionales
El BCB señaló que las reservas permitieron cubrir el 100% de las obligaciones de deuda externa pública, que ascendieron a $us1.526 millones. Asimismo, se destinaron $us2.381 millones a la importación de combustibles, garantizando el suministro pese a los elevados costos internacionales.
Para fortalecer la economía interna, se dotaron $us723 millones en divisas al sistema financiero y a particulares, asegurando liquidez y estabilidad en el mercado.
Políticas de fortalecimiento de las RIN
Entre las acciones destacadas del BCB se encuentra la adquisición de 14,54 toneladas de oro fino en el mercado interno, incrementando las reservas de oro a 22,53 toneladas. De estas, el 88% está depositado en el exterior y el 12% en bóvedas locales.
En total, las medidas implementadas permitieron captar $us1.618 millones en 2024, de los cuales $us1.218 millones provinieron de la compra de oro. Otras acciones incluyeron la emisión de bonos en dólares por $us268 millones, certificados de depósitos por $us79 millones y la repatriación de recursos externos de empresas públicas por $us39 millones.
El BCB subrayó que estos esfuerzos contribuyeron a la estabilidad de las RIN, el cumplimiento de obligaciones internacionales y la protección del poder adquisitivo de las familias bolivianas.