El Banco Mundial (BM) aprobó un préstamo de 300 millones de dólares que beneficiará a cerca de 130.000 familias de comunidades y productores rurales en Bolivia. El financiamiento contribuirá a incrementar la seguridad alimentaria, el acceso a mercados y la adopción de prácticas agropecuarias climáticamente inteligentes en el país.
Los principales beneficiarios del Proyecto de Innovación para Sistemas Alimentarios Resilientes (Alianzas Rurales – PAR III) serán al menos 1.000 asociaciones comunitarias que buscarán reducir la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, tanto aguda como crónica, a través de inversiones a pequeña escala en infraestructura y servicios y mejora de la nutrición, insertando tecnología en la actividad agrícola y capacitación para gestionarla.
Del mismo modo, unas 1.270 organizaciones de productores rurales participarán de alianzas productivas que les permitirán participar en cadenas de valor con socios comerciales y proveedores de asistencia técnica para lograr un mejor y más equitativo acceso a mercados, tecnologías y competencias organizacionales. También, se ejecutarán alrededor de 290 subproyectos de infraestructura productiva complementaria.
“En el marco de nuestro Plan de Desarrollo Económico y Social PDES 2021-2025 y comprometidos con la soberanía alimentaria, como Gobierno nacional avanzamos en consolidar programas de apoyo a los productores, esta vez con el Proyecto de Innovación para Sistemas Alimentarios Resilientes”, dijo Sergio Cusicanqui, ministro de Planificación del Desarrollo de Bolivia.
“La elevada inflación en los precios de los alimentos y la energía, el impacto de la Covid-19 y el cambio climático están impactando a los hogares de productores rurales, llevando a más personas a la pobreza extrema y amenazando la lucha contra el hambre y la desnutrición a nivel global. Por ello, el Banco Mundial apoya en Bolivia, y en varios países de la región, la inversión en agricultura resiliente al cambio climático, el impulso a la producción sostenible de alimentos y la transformación de los sistemas alimentarios”, dijo Marianne Fay, directora para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú del Banco Mundial.
“La agricultura es un sector clave para la economía boliviana con un potencial significativo para reducir la pobreza rural y la dependencia en los sectores extractivos”, agregó.
El Banco Mundial brinda un apoyo de largo plazo al desarrollo rural en Bolivia que incluye fases sucesivas del Proyecto de Alianzas Rurales (PAR) desde hace más de 16 años y el Proyecto de Inversión Comunitaria en Áreas Rurales (PICAR). Ambos proyectos alcanzaron resultados e impacto significativo en la mejora de la capacidad productiva y acceso a mercados de organizaciones de productores rurales, inversiones en infraestructura -administradas en cerca de 50% por mujeres-, capacitación y transferencia de conocimiento.
El nuevo financiamiento otorgado al Estado Plurinacional de Bolivia corresponde a un préstamo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) con un plazo de vencimiento de 26.5 años y un periodo de gracia de seis años.
El proyecto se complementará con un monto de contraparte de 51.2 millones de dólares provenientes de Organizaciones Comunitarias Rurales (OCR), Organizaciones de Productores Rurales (OPR) y gobiernos municipales y departamentales.