Durante una reunión con el dirigente ruso Vladimir Putin en el Palacio de Constantino, en San Petersburgo, el líder bielorruso Alexander Lukashenko aseguró este domingo que los combatientes del grupo de mercenarios Wagner se mantienen en el centro de Bielorrusia, pero han declarado sus intenciones de atacar Varsovia y Rzeszow, en Polonia.
“Quizás no debería decirlo, pero lo haré. Nos han comenzado a inquietar los wagneritas. ‘Queremos ir a Occidente, denos permiso’, dicen. Y yo les digo ‘para qué quieren ir a Occidente’. ‘Para hacer una excursión a qué Varsovia, a Rzeszow’, contestan”, dijo Lukashenko al comienzo del encuentro, ante la sonrisa de su interlocutor.
Como quien rinde un control ante un superior, Lukashenko aclaró de inmediato la situación de los combatientes, que están en la base de Moguiliov. “Pero por supuesto, los mantengo en el centro de Bielorrusia, tal y como acordamos (…) Controlamos lo que está ocurriendo”, apuntó. Sin embargo, el dirigente agregó que los mercenarios “están de mal humor”.
25.000 mercenarios vivos
La aparente razón de ese mal humor es que los mercenarios rusos combatieron en la ciudad de Bajmut contra unidades ucranianas equipadas con armamento occidental que llegaron en avión al aeródromo polaco de Rzeszow. A su vez, Lukashenko denunció que Polonia desplegó una brigada a unos 40 kilómetros de la ciudad de Brest y otra a unos cien kilómetros de Grodno, cuando antes esas unidades se encontraron a unos 500 kilómetros de territorio bielorruso.
Además, el dirigente se mostró contrario a los supuestos aviones de Varsovia denunciados por Moscú -sin ofrecer prueba alguna- sobre la ocupación del oeste de Ucrania. Al respecto, imaginó ese escenario como “inaceptable”.
En virtud del acuerdo que puso fin a la sublevación del 23-24 de junio, el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, decidió mudarse a Bielorrusia, mientras que los mercenarios tenían tres opciones: regresar a sus casas, acompañarlo o subordinarse al Ministerio de Defensa ruso. Después de varias semanas de incertidumbre, el 14 de julio el Ministerio de Defensa bielorruso anunció la llegada de las primeras columnas de Wagner.
Wagner afirma que actualmente hay 25.000 mercenarios “vivos y sanos”, a los que se suman los heridos que se están recuperando. De ellos, un número indeterminado, que podría llegar a los 10.000 en los próximos días, se encuentra en Bielorrusia.