Agencias.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha autorizado a Ucrania a emplear misiles de largo alcance suministrados por Washington para atacar dentro de territorio ruso. La medida, que implica el uso del Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMs), marca un cambio significativo en la política estadounidense hacia el conflicto, según confirmó un funcionario estadounidense junto a otras tres fuentes bajo condición de anonimato.
Esta decisión se produce en un contexto de escalada bélica. Según informes, Rusia está desplegando miles de soldados norcoreanos en la frontera norte de Ucrania para intentar recuperar territorios perdidos ante el avance ucraniano. Al mismo tiempo, el Kremlin calificó la autorización estadounidense como una “provocación” que incrementará la participación directa de Estados Unidos en el conflicto, según declaró su portavoz, Dmitry Peskov.
En Ucrania, el presidente Volodímir Zelenski no confirmó directamente el anuncio, pero destacó en su discurso dominical la importancia de las capacidades de largo alcance como parte del “Plan para la Victoria”. Zelenski subrayó: “Los ataques no se hacen con palabras. Estas cosas no se anuncian. Los misiles hablarán por sí solos”.
La decisión de Biden llega en un momento de incertidumbre política en Estados Unidos, tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales. Trump ha prometido poner fin rápidamente al conflicto, lo que ha generado dudas sobre el futuro del apoyo militar estadounidense a Ucrania.
Esta autorización subraya un giro estratégico en el respaldo de Occidente a Kiev, mientras la guerra continúa reconfigurando las relaciones internacionales. Las implicaciones de esta decisión no solo afectan al desarrollo del conflicto, sino también a la política exterior de Estados Unidos y su relación con Rusia.