Una riada provocada por trabajos de terraceo en un cerro donde se construye un cementerio dejó más de 40 viviendas afectadas y múltiples rescates en la zona de Bajo Llojeta, en La Paz. La emergencia ocurrió tras las lluvias registradas la tarde y noche del sábado, que desestabilizaron el terreno y generaron una avalancha de lodo y escombros que saturó una quebrada y un embovedado construido de manera irregular.
Según autoridades municipales, los movimientos de tierra realizados para ampliar el Cementerio Los Andes, en jurisdicción del municipio de Achocalla, desencadenaron el desastre. “Es irresponsabilidad de gente que mueve tierras con permisos de otro municipio; nosotros pagamos las consecuencias”, denunció el alcalde de La Paz, Iván Arias.
La acumulación de aproximadamente 50.000 metros cúbicos de tierra —equivalente a la carga de 5.000 volquetas— descendió por más de cuatro kilómetros, afectando a los barrios Santa Cecilia y Los Sargentos.
Rescates y daños
Brigadas de Bomberos, personal municipal y conscriptos del Ejército evacuaron a más de 12 personas, entre ellas cinco niños y varias mascotas, que se encontraban atrapadas en viviendas o sobre techos. Los afectados presentaron síntomas de hipotermia, pero no se reportaron víctimas fatales ni desaparecidos.
“Gracias a vuelos con drones, identificamos 40 viviendas afectadas y rescatamos a personas en riesgo”, informó Juan Pablo Palma, secretario de Resiliencia y Gestión de Vulnerabilidades.
Historial de riesgos ignorados
Este no es el primer deslizamiento vinculado al Cementerio Los Andes. En 2020, un incidente similar fue atribuido a las mismas obras de terraceo. Sin embargo, los trabajos continuaron sin permisos del municipio paceño, incluidas intervenciones sobre los ríos Jarañapampa y Kamac Churu para ampliar las áreas de tumbas.
Mientras continúan los trabajos de limpieza y rescate, las autoridades municipales habilitaron albergues para los damnificados y coordinaron con diferentes secretarías para atender la emergencia. Por su parte, el Viceministerio de Defensa Civil desplegó conscriptos para reforzar las labores en la zona afectada.
Arias enfatizó que las lluvias no fueron extraordinarias, destacando que el deslizamiento fue consecuencia directa de las construcciones irregulares en el cementerio. Las investigaciones sobre las responsabilidades legales y técnicas ya están en curso.
La emergencia subraya la urgencia de regular y fiscalizar los movimientos de tierra en áreas vulnerables, así como la importancia de una coordinación efectiva entre municipios para prevenir desastres.