Este sábado, Bolivia recibirá el apoyo internacional con la llegada del avión cisterna Electra Tanker 481, un helicóptero Airbus BK117 y un equipo de 40 bomberos forestales, junto a ocho expertos españoles, para intensificar los esfuerzos en la mitigación de los incendios forestales, especialmente en la región de la Chiquitanía. El presidente Luis Arce confirmó la noticia a través de sus redes sociales, destacando la colaboración internacional en la lucha contra el fuego.
El Electra Tanker 481, una aeronave especializada, tiene la capacidad de descargar 11.300 litros de agua en múltiples ocasiones, lo que le permite combatir incendios en zonas remotas y en condiciones extremas. Esta potencia y alcance son cruciales en el esfuerzo por controlar los incendios que han afectado vastas áreas de bosque en el país.
Además del avión cisterna, también arribará el helicóptero Airbus BK117 D3, equipado con un Bambi Bucket capaz de transportar y descargar 1.000 litros de agua. Esta colaboración, proveniente de Francia, se complementa con la llegada del equipo español, compuesto por 40 bomberos forestales y ocho especialistas en manejo de incendios.
El presidente Arce resaltó que este apoyo internacional es parte del Mecanismo Conjunto de Protección Civil Europeo, un acuerdo que refuerza las capacidades de Bolivia para enfrentar esta emergencia. La llegada de estas aeronaves y del personal especializado fortalecerá el Plan “Brechas de la Esperanza”, enfocado en el combate terrestre, y el Plan de Mitigación Aérea “Guardián”, que se encarga de las operaciones aéreas para extinguir los incendios.
“Con la ayuda de nuestros pueblos hermanos y el esfuerzo de nuestros bomberos, no descansaremos hasta apagar el último incendio en Bolivia”, aseguró el mandatario, agradeciendo la solidaridad y cooperación de Francia y España en este difícil momento para el país.
El apoyo internacional, sumado al esfuerzo de las autoridades y brigadas locales, busca frenar la devastación que los incendios forestales han causado en el país, afectando la biodiversidad y amenazando comunidades enteras. La llegada de estos recursos representa un impulso significativo en la lucha contra el fuego, con la esperanza de controlar las llamas y evitar daños mayores.