Este viernes se cumple el quinto día de bloqueos de caminos liderados por sectores del Movimiento Al Socialismo (MAS) en respaldo a su líder, Evo Morales. La situación ha generado serios perjuicios a diversos sectores económicos, y uno de los más afectados ha sido el avícola, que denuncia pérdidas millonarias debido a la interrupción del tránsito en las principales vías del país.
La Federación Nacional de Avicultores de Bolivia (Fenav) reporta pérdidas que ascienden a 4,5 millones de bolivianos a consecuencia de estas movilizaciones. Según el último informe de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), hay 13 puntos de bloqueo activos, principalmente en el departamento de Cochabamba, aunque el impacto se ha extendido a otras regiones del país, afectando la cadena de suministro de insumos esenciales para los avicultores.
Winston Ortiz, presidente de la Fenav, expresó su preocupación por la magnitud del daño que están sufriendo los productores de aves. “Toda la cadena de producción está paralizada. La falta de acceso a insumos, como el alimento para pollos y el transporte de pollitos bebés, está poniendo en riesgo la producción en departamentos como Tarija y Cochabamba”, afirmó Ortiz en declaraciones a Unitel. El líder gremial hizo un llamado al Gobierno para que intervenga y solucione la situación antes de que las pérdidas sigan aumentando.
La paralización del sector avícola tiene implicaciones directas sobre la economía y el abastecimiento alimentario, ya que la producción de carne de pollo y huevos, productos de primera necesidad, se ve gravemente comprometida. Los pequeños y medianos avicultores, que dependen de la distribución constante de insumos, son los más perjudicados por la interrupción de las rutas de transporte.
El bloqueo de caminos, que hasta ahora no tiene una solución a la vista, pone en jaque no solo a los avicultores, sino a varios otros sectores productivos que dependen de la circulación en las carreteras. Las autoridades aún no han logrado un acuerdo con los sectores movilizados, lo que genera incertidumbre sobre cuánto más se prolongarán las medidas de presión y el impacto económico que esto seguirá generando.
Mientras tanto, el sector avícola continúa en alerta, esperando que el Gobierno actúe para evitar un colapso en la producción y un eventual desabastecimiento en el mercado.