El Complejo Siderúrgico del Mutún, ubicado en Puerto Suárez, Bolivia, ha alcanzado un avance significativo en su fase de pruebas al vacío, un paso crucial en el proceso de construcción y puesta en marcha de esta ambiciosa instalación industrial. Desde hace casi dos meses, las cinco primeras plantas del complejo —la Central Eléctrica, la Planta de Concentración, la Planta de Peletización, la Acería y la Planta de Laminación— comenzaron las pruebas de sus equipos en vacío, según confirmó Jorge Alvarado Rivas, presidente de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM). Este hito marca un avance decisivo hacia la operación completa del proyecto, programada para finalizar en febrero del próximo año.
Durante una reciente inspección, Alvarado reportó que los equipos de estas plantas ya están operando sin carga para asegurar que funcionen correctamente cuando inicie la producción a gran escala. En la Central Eléctrica, que abastecerá de energía al complejo, se realizan pruebas de funcionamiento en los tres primeros generadores de un total de diez. La Planta de Laminación, encargada de transformar el acero en productos finales como alambrón, también ha comenzado a probar sus principales componentes, incluidos los laminadores y sistemas de enfriamiento.
Además, en la Planta de Peletización, las pruebas abarcan el horno rotatorio, los discos peletizadores y los sistemas de transporte de pellets, asegurando que cada equipo funcione de acuerdo con las especificaciones técnicas. Estos ensayos son necesarios para calibrar la instrumentación de los equipos, verificar el correcto movimiento de los motores, revisar posibles fugas y ajustar las temperaturas de funcionamiento de los motores y cojinetes.
Importancia del complejo siderúrgico para Bolivia
El Complejo Siderúrgico del Mutún, compuesto por siete plantas (Concentración, Peletización, Reducción Directa del Hierro, Acería, Laminación, Central Eléctrica y Auxiliares), es uno de los proyectos industriales más grandes en Bolivia. Una vez operativo, se espera que el complejo produzca cerca de 200 mil toneladas anuales de barras corrugadas y alambrón para el mercado de la construcción nacional. Esto permitirá a Bolivia reducir sus importaciones de acero en casi un 50 %, fortaleciendo la economía interna y disminuyendo la dependencia del mercado exterior.
Generación de empleo y desarrollo industrial
El proyecto no solo impulsará la producción siderúrgica en el país, sino que también generará más de 700 empleos directos y 2,000 indirectos, estimulando el desarrollo económico en la región de Puerto Suárez. Con este complejo, Bolivia dará un paso importante hacia la industrialización, alineándose con la política del presidente Luis Arce Catacora de fomentar la industrialización y la autosuficiencia en sectores clave.
La culminación del complejo está proyectada para febrero, con la finalización de la Planta de Reducción Directa del Hierro (DRI). A medida que se completen estas etapas de prueba, el Mutún estará cada vez más cerca de convertirse en un centro clave para la producción siderúrgica en Bolivia, consolidando al país en una nueva era industrial y reduciendo su dependencia de importaciones en este sector estratégico.