Nueva Orleans, Estados Unidos, amaneció este 1 de enero con un balance trágico tras un atropello masivo en el Barrio Francés que dejó al menos 10 muertos y 35 heridos. El incidente ocurrió en la concurrida intersección de las calles Canal y Bourbon durante las celebraciones de Año Nuevo, según informaron las autoridades locales.
De acuerdo con el reporte policial, un camión embistió a gran velocidad a una multitud antes de que el conductor descendiera del vehículo y abriera fuego contra los presentes. El agresor, identificado como Shamsud Din Jabbar, de 42 años y originario de Beaumont, Texas, fue abatido en el lugar por las fuerzas de seguridad.
Las primeras investigaciones apuntan a un posible acto de terrorismo. En el vehículo del atacante se halló una bandera del grupo extremista Estado Islámico (ISIS), lo que motivó la intervención del FBI para liderar las pesquisas. Anne Kirkpatrick, superintendente de la Policía de Nueva Orleans, describió el ataque como “altamente intencionado” y aseguró que el objetivo del agresor era causar el mayor número de víctimas.
Reacciones de las autoridades
La alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, calificó el suceso como “un día oscuro para nuestra ciudad” y pidió a la población mantenerse alejada de la zona mientras continúan las investigaciones. “Estamos trabajando sin descanso para garantizar la seguridad de nuestros residentes y visitantes”, añadió.
El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, condenó el ataque y expresó su solidaridad con las víctimas, instando a la comunidad a unirse en oración. Desde la Casa Blanca, el presidente Joe Biden manifestó su “ira y profunda tristeza”, mientras prometía una estrecha colaboración entre las autoridades federales y locales para esclarecer los hechos.
Por su parte, el expresidente Donald Trump generó controversia al vincular el ataque con temas migratorios sin proporcionar evidencia concreta, lo que provocó críticas en redes sociales y entre líderes políticos.
El FBI y las fuerzas locales continúan trabajando para esclarecer los motivos detrás del ataque. En la escena se encontraron artefactos explosivos improvisados que están siendo analizados por expertos para determinar su peligrosidad. Las autoridades también investigan los antecedentes del atacante y posibles conexiones con grupos extremistas.
Una ciudad de luto
El ataque ha dejado una profunda herida en Nueva Orleans, una ciudad conocida por su vida nocturna y festividades. Las autoridades han reforzado la seguridad en las áreas más concurridas y solicitado a la ciudadanía permanecer vigilante ante cualquier actividad sospechosa.
Mientras tanto, la comunidad se une en gestos de solidaridad. Centros médicos locales atienden a los heridos, y familias de las víctimas fatales buscan respuestas ante este trágico episodio. Organizaciones comunitarias han comenzado a organizar vigilias en memoria de los fallecidos y para expresar su apoyo a los afectados.