La Asociación de Surtidores (Asosur) de Santa Cruz alertó sobre una reducción drástica en el suministro de gasolina a sus estaciones de servicio, lo cual ha provocado largas filas y desabasto en varios puntos de la ciudad. De acuerdo con Susy Dorado, gerente de Asosur, la entrega diaria de gasolina por surtidor disminuyó de un promedio de 35,000 litros a solo 10,000 litros, lo que ha complicado la operación de los surtidores y afecta a los consumidores que enfrentan demoras para abastecer sus vehículos.
Según Dorado, este recorte en la dotación de combustible implica que el suministro disponible en una estación se agota en apenas tres o cuatro horas. Después de esto, el personal operativo queda sin actividad el resto del día, lo que genera pérdidas económicas para las estaciones que, pese a la baja en ventas, mantienen sus costos fijos.
“Las estaciones de servicio están equipadas con cisternas para transportar hasta 35,000 litros, pero ahora deben realizar los viajes por solo 10,000 litros, lo cual aumenta los costos y reduce su rentabilidad”, explicó Dorado, quien añadió que esta situación genera un desabasto evidente reflejado en las filas que se observan en diferentes surtidores de la ciudad.
Además de la gasolina, el suministro de diésel también presenta problemas. Dorado mencionó que algunas estaciones en áreas rurales llevan hasta diez días sin recibir una sola entrega de diésel, situación que afecta de manera crítica al sector agropecuario. “En esta época del año es clave el acceso al diésel para el sector agrícola, pero la escasez de este combustible está impactando la producción de alimentos”, señaló.
YPFB, la entidad estatal encargada de la distribución de combustibles en Bolivia, atribuye la escasez a los bloqueos que desde hace 22 días afectan el centro del país. Sin embargo, los operadores de estaciones insisten en que la falta de una dotación adecuada y los altos costos operativos los colocan en una situación crítica.
Para Asosur, la reducción de la dotación de combustible y el retraso en las entregas ponen en riesgo la estabilidad financiera de las estaciones de servicio, las cuales no pueden cubrir sus gastos operativos ni satisfacer la demanda de los consumidores.