El secretario ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), Nelson Villalobos informó que más del 61% de la cartera en mora, que en agosto de este año alcanzó los 985 millones de dólares, ha sido reprogramada por las entidades financieras bolivianas.
Reprogramación de créditos en aumento
Villalobos explicó que la reprogramación y refinanciamiento de créditos es una práctica habitual en la banca, aunque en los últimos años ha aumentado considerablemente. Esto se debe a factores como fenómenos climáticos, paros, bloqueos y la situación económica del país.
Los bancos han implementado mecanismos que incluyen tiempos de gracia acordes al monto del préstamo y la situación del prestatario afectado, con el fin de facilitar el cumplimiento de las obligaciones.
Medidas para proteger a los ahorristas
El secretario ejecutivo de Asoban subrayó que los recursos prestados por los bancos provienen de los ahorristas, por lo que es vital recuperar los fondos a través del pago de los créditos. En ese sentido, rechazó las propuestas de condonación de deudas que algunos prestatarios han planteado. Villalobos enfatizó que los bancos deben mantener su responsabilidad de intermediación financiera.
En respuesta a la presión de prestatarios que han protagonizado protestas contra lo que consideran abusos bancarios, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) implementó tres medidas clave para apoyar a este grupo:
1. Se extendió a 240 días el plazo para iniciar juicios por deudas impagas.
2. Las reprogramaciones incluirán un periodo de gracia.
3. No se modificará la calificación del crédito a un riesgo mayor tras la reprogramación o refinanciamiento.
En Bolivia, el sistema financiero cuenta con 1.9 millones de personas con acceso a crédito. De este grupo, solo el 1.4% enfrenta acciones judiciales por incumplimiento de pago.
La reprogramación de la cartera en mora busca aliviar la situación de los prestatarios sin comprometer los recursos de los ahorristas, un balance que las entidades financieras consideran crucial para la estabilidad del sistema económico.