Un día después de la asonada militar que sacudió al país, el presidente Luis Arce se dirigió a la nación para aclarar los hechos y señalar responsabilidades. En una conferencia de prensa realizada este jueves, Arce afirmó categóricamente que el general Juan José Zúñiga, excomandante del Ejército, actuó de manera unilateral y sin informar a las autoridades competentes sobre sus movimientos, que comenzaron a gestarse desde mayo.
“Sobre la supuesta información, para nada, para nada, nunca estuvimos informados sobre lo que pretendía, menos sobre lo que realizó y por supuesto quedamos sorprendidos”, declaró el primer mandatario, visiblemente afectado por los acontecimientos. Arce describió detalladamente la secuencia de los hechos ocurridos la jornada anterior, calificando de “indignante” el intento de Zúñiga de involucrarlo en lo que llamó “apetitos personales y algún interés más”.
Un punto central en su declaración fue el papel de la Inteligencia del Ejército. Según Arce, esta unidad, que debería haber alertado sobre cualquier movimiento irregular, estaba completamente bajo el control de Zúñiga y no compartía información con el Ministerio de Defensa ni con la Presidencia. “Sencillamente estaba alguien de mucha confianza de Zúñiga”, afirmó, añadiendo que esta situación ha resultado en la detención de más de 17 personas, incluidos varios uniformados.
“Se rompió la cadena de mando, la información no llegó más arriba ni al Comando en Jefe ni al Ministro de Defensa”, enfatizó Arce. Agradeció la solidaridad expresada, tanto por organizaciones nacionales como internacionales y, especialmente, la movilización espontánea del pueblo boliviano en defensa de la democracia.
En un tono firme, Arce aseguró: “No soy un político que se va a ganar la popularidad con la sangre del pueblo, jamás le podría dar, ni le he dado, ni le daría una instrucción (a Zúñiga)”.
El saldo de esta jornada de disturbios fue de 14 personas heridas, muchas de las cuales requirieron intervenciones quirúrgicas debido a las agresiones perpetradas por militares armados, dijo el gobernante.