El presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, anunció que las áreas afectadas por incendios forestales estarán bajo una pausa ambiental de 10 años para permitir su reforestación. El anuncio, realizado tras su participación en la cumbre del G20, busca reforzar los esfuerzos del país para mitigar el cambio climático y avanzar hacia un manejo sostenible de los recursos naturales.
“Bolivia está entrando a un programa de forestación muy agresivo, donde nosotros vamos a hacer una pausa de 10 años en esas zonas quemadas, para poder reforestarlas. Y eso implica también recursos”, declaró el mandatario. Además, enfatizó la necesidad de trabajar en soluciones integrales que incluyan apoyo a los pueblos indígenas que habitan los bosques, promoviendo modos de vida compatibles con la protección del medio ambiente.
El Gobierno ya había emitido en septiembre un decreto supremo que establece una pausa ambiental indefinida en las áreas afectadas por incendios hasta que concluyan los trabajos de reforestación. La normativa suspende las autorizaciones de quema emitidas por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) y prohíbe la emisión de nuevas autorizaciones para quemas controladas.
Apoyo internacional y energía limpia
Arce también planteó la importancia de la transferencia de tecnología para generar energía limpia, destacando que este tipo de avances siguen siendo costosos para países en desarrollo. Propuso que las naciones industrializadas faciliten el acceso a estas tecnologías, lo que permitiría a Bolivia y otras economías emergentes reducir su huella de carbono de manera más efectiva.
“Bolivia tiene una gran capacidad de generar energía limpia, pero la tecnología sigue siendo cara. Es importante que los países desarrollados tomen acciones concretas para ayudar en esta transición”, afirmó el presidente.
La pausa ambiental y las medidas de reforestación representan un paso significativo en la lucha contra la degradación ambiental en Bolivia. Sin embargo, su éxito dependerá de la disponibilidad de recursos y del compromiso nacional e internacional para garantizar su implementación. Además, se enfrentará el desafío de equilibrar las necesidades de desarrollo económico con la conservación ambiental, especialmente en comunidades vulnerables afectadas por los incendios.
Este anuncio refuerza la posición de Bolivia en los debates globales sobre cambio climático, mostrando un compromiso tanto con la recuperación ambiental como con la justicia social.