En un operativo realizado en el municipio de Patacamaya, departamento de La Paz, dos policías fueron aprehendidos bajo sospecha de estar escoltando un convoy de contrabando. Los uniformados, quienes se desplazaban en un vehículo privado, fueron interceptados por efectivos del Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC), mientras estos realizaban un patrullaje de rutina.
Según las declaraciones de uno de los miembros del CEO-LCC, el patrullaje permitió identificar varios camiones que aparentemente transportaban mercancía ilegal. Al hacer seguimiento a los vehículos, los militares lograron interceptar cuatro camiones y, en ese contexto, detectaron la presencia de los dos policías.
“Se ha realizado el patrullaje respectivo, se ha identificado camiones que aparentemente estaban transportando contrabando, de esa manera se ha hecho el seguimiento”, informó uno de los militares involucrados en el operativo.
Las primeras investigaciones señalan que los policías detenidos podrían haber estado escoltando los camiones cargados con mercancía ilegal, una presunción que surgió debido a que el vehículo en el que se transportaban los agentes seguía de cerca al convoy. “Presuntamente un auto que ven aquí al frente estaba escoltando a los camiones que estaban llevando el contrabando”, detalló un efectivo del CEO-LCC.
Tras su aprehensión, los dos policías fueron trasladados a la Fiscalía de La Paz para continuar con las investigaciones pertinentes. Las autoridades no han brindado más detalles sobre el tipo de mercancía incautada ni la posible procedencia del contrabando, pero se espera que las indagaciones arrojen más información en los próximos días.
Este caso pone de relieve la problemática persistente del contrabando en Bolivia y las posibles redes de complicidad que involucran a miembros de las fuerzas de seguridad, un asunto que genera preocupación tanto entre las autoridades como entre la población. El contrabando sigue siendo un desafío para la economía del país, afectando la recaudación fiscal y la industria nacional. La participación de efectivos policiales en estos actos ilegales añade un nuevo nivel de gravedad, ya que erosiona la confianza pública en las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley.