Personal del Instituto Nacional de Estadística (INE) fue retenido, amedrentado y amenazado en el municipio de Villa Tunari, Cochabamba, mientras realizaba una encuesta oficial, según denunció este jueves el director del organismo, Humberto Arandia.
El incidente ocurrió el miércoles, cuando tres técnicos y un conductor del INE fueron interceptados por pobladores que exigieron una autorización exclusiva de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba para permitirles trabajar en la región. Además, requisaron sus pertenencias, les impidieron comunicarse por teléfono y les amenazaron con represalias si regresaban al lugar. Incluso se intentó extraer combustible del vehículo oficial.
Arandia condenó el hecho, calificándolo de “beligerante” y contrario al respeto institucional y legal del Estado Plurinacional de Bolivia. También anunció que el INE tomará acciones legales para garantizar la seguridad y la libre circulación de su personal, recordando que el derecho al trabajo está protegido por la Constitución.
El director enfatizó que el INE es una institución técnica que recopila datos esenciales para diseñar políticas públicas y planificar el desarrollo nacional. En este caso, el equipo realizaba la Encuesta de Hogares, herramienta clave para medir la pobreza y las condiciones de vida a nivel nacional.
El incidente plantea preocupaciones sobre las restricciones impuestas por organizaciones locales en la región del Chapare, así como los riesgos que enfrenta el personal del INE al realizar su labor en ciertas áreas del país.