Grupos afines al expresidente Evo Morales han intensificado sus protestas en Bolivia, exigiendo que el presidente Luis Arce adelante las elecciones y renuncie al cargo. El conflicto, que ha derivado en bloqueos de carreteras, suma cinco días de tensión en varias regiones del país, paralizando el transporte y afectando a sectores productivos clave como el avícola.
El dirigente cocalero Gastón Ledezma, líder de una de las federaciones movilizadas, afirmó que el objetivo de las protestas ha cambiado: “Ahora queremos que Luis Arce adelante las elecciones por incapaz, que se vaya y deje de perjudicar al pueblo”. Estas declaraciones reflejan el giro en las demandas iniciales, que buscaban proteger a Morales de ser investigado por delitos de estupro y trata de personas.
Los bloqueos han alcanzado 13 puntos en las carreteras que conectan Santa Cruz con Cochabamba, afectando también otras vías importantes en el país. Franco García, otro dirigente de la provincia de Cochabamba, informó que las protestas se han extendido a nivel nacional, sumando el apoyo de organizaciones en Potosí y Oruro, y se espera la adhesión de La Paz.
El ambiente en los bloqueos se ha vuelto tenso. El jueves, manifestantes secuestraron y golpearon a un agente policial, lo que refleja el creciente nivel de confrontación. Los cocaleros acusan al gobierno de Arce de responder con represión y gasificación en lugar de buscar una solución.
Las consecuencias económicas empiezan a hacerse sentir. Los avicultores denunciaron pérdidas de hasta 4,5 millones de dólares debido a la paralización de actividades, mientras que la policía en Villa Tunari reportó la falta de combustible para sus patrullas, lo que agrava la situación de seguridad en la zona.
Este conflicto no solo pone en duda la estabilidad del gobierno de Arce, sino que evidencia una fractura interna en el Movimiento al Socialismo (MAS), partido del presidente y de Morales. La escalada de las protestas plantea interrogantes sobre el futuro político del país y las posibles implicaciones para la gobernabilidad y el sistema democrático boliviano.
Implicaciones clave:
– La crisis profundiza la división dentro del MAS, afectando la estabilidad política del país.
– Las protestas y bloqueos generan un impacto económico significativo, afectando a sectores productivos.
– El conflicto pone en juego el liderazgo de Luis Arce, aumentando la presión sobre su mandato.