Los bloqueos de carreteras, que iniciaron este lunes, amenazan con generar un impacto devastador en el comercio exterior boliviano. Los exportadores advierten que las movilizaciones podrían cerrar el año con un saldo comercial negativo, y una caída estimada de 2 mil millones de dólares en las ventas al exterior.
Guillermo Pora, dirigente de la Federación Única de Trabajadores Campesinos Túpac Katari, confirmó que los bloqueos comenzaron esta mañana en diversas carreteras del altiplano paceño, incluyendo rutas clave como El Alto-Achacachi y La Paz-Copacabana. Además, anunció un incremento escalonado de los bloqueos en las próximas horas.
La Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), a través de su gerente Marcelo Olguín, manifestó su preocupación por el impacto directo que los bloqueos tendrán en las exportaciones. Olguín explicó que la actual interrupción de las rutas hacia el Pacífico agrava la situación, especialmente porque la salida por la hidrovía Paraguay-Paraná es inviable debido a la baja de caudales.
“Se estima que perderemos 2 mil millones de dólares en exportaciones este año, una caída influenciada por bloqueos y por la disminución de la demanda global. El saldo comercial, que hasta hace poco era positivo, cerrará con déficit, afectando las Reservas Internacionales Netas (RIN) que ya están en declive”, afirmó Olguín.
Además de las exportaciones, los bloqueos afectan directamente al mercado interno. Según Olguín, la interrupción del transporte de alimentos esenciales podría incrementar la inflación, lo que tendría un impacto severo en los sectores más vulnerables del país.
Por su parte, Emilio Gutiérrez, ex presidente del Comité de Defensa de la Industria Nacional, denunció que las marchas y bloqueos tienen un trasfondo político. “Estas movilizaciones afectan a la economía en su conjunto: la artesanía, la agroindustria, la minería y las microempresas, que ya enfrentan serios problemas por la falta de insumos y dólares”. Gutiérrez subrayó que su sector ha presentado un proyecto de ley para penalizar los bloqueos, argumentando que “no es aceptable que por demandas sectoriales se paralice el país”.
El impacto también se siente en el sector de la micro y pequeña empresa. Helen Rivero, presidenta de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), anunció que su sector se sumará a las movilizaciones. “Estamos paralizados por el alza en un 100% del costo de los insumos y la falta de dólares. Aunque los bloqueos nos perjudican, el Gobierno no está atendiendo nuestras demandas”, afirmó Rivero.
El panorama es incierto, y mientras los bloqueos continúan, la economía boliviana enfrenta serios desafíos. Las expectativas de un saldo comercial equilibrado, impulsadas por la recuperación de los precios de los minerales, parecen cada vez más lejanas, dejando al país en una situación de vulnerabilidad económica.