ANF.- Las productoras de coca se tiraron al suelo, se arrodillaron, lloraron de impotencia pidiendo a los policías que se retiren de la zona de Villa Fátima o de “una vez mátennos”, “somos de la zona ancestral, no somos narcotraficantes”, clamaban.
La Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) La Paz se volvió a enfrentar a la Policía que respondió con gases lacrimógenos en cantidades significativas para desmovilizar a los cocaleros que exigen al Gobierno cerrar el mercado ilegal de coca.
Entraron a la cuarta semana de movilizaciones, aunque el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Remmy Gonzales, admitió que ese mercado no tiene autorización de funcionamiento, este no ha sido clausurado.
Este lunes marcharon hacia Villa El Carmen con dirección al mercado de Alanes, pero no pudieron llegar porque decenas de efectivos policiales cuidan ese centro de acopio y comercialización de la hoja verde.
Los efectivos dispersaron con los agentes químicos a los cocaleros, mientras se escuchan fuertes detonaciones de explosivos a la par de la gasificación.
Las mujeres acompañan y muchas veces se han puesto al frente de las marchas, exigiendo que Arnold Alaes, afín al MAS, desistea de mantener abierto un mercado que funciona al margen de la ley.
En esta oportunidad las cocaleras se pusieron frente a los policías, los increparon, también suplicaron para que se retiren del lugar, para que cese la represión y el ataque a los productores de Adepcoca. Varias de ellas se arrodillaron, otra mujer se derribó en el suelo.
“Están cuidando lo ilegal, están cuidando el narcotráfico. Nosotros los yungueños somos zona ancestral, no somos narcotraficantes como sus jefes del Chapare (…) Qué les estamos haciendo para que nos metan balín”, dice la mujer arrojada en el suelo.
Mientras que otra entre llanto dice que tienen impotencia. “De una vez mátennos, yo estoy dispuesta aquí de morir de una vez. Yo no sé con qué voy a criar a mis hijos. Si quieren matarme, quiero que me maten. Ya no quiero saber nada, de una vez mátennos”.
Entre tanto, Tomasa Medida, que cobró protagonismo en el conflicto del año pasado, intentaba explicar a los efectivos que Arnold Alanes miente, que en Urujara ya compró otro predio para un mercado, ¿por qué supuestamente vuelve a comprar aquí, hermanos”, les dice.